The Scene (Bill Skarsgård)

Argentina

23 de Septiembre de 2017

__¿Vamos a ver "It"? -fue lo primero que le dije a mi madre ese día.
Y es que hace dos días atrás la película se había estrenado en todos los cines argentinos.
Esa misma pregunta que yo formulé, me sorprendió. Realmente me sorprendí de mí misma porque yo no soy muy fan de la películas, es decir, las miro pero no me vuelvo loca por ellas ni mucho menos pido ir al cine eso pasa en muy raros casos. Por ejemplo cuando se estrena una película de un libro que leí, o una película donde aparezca Selena Gomez pero no mucho más que eso. En este caso el libro no lo había leído y Selena Gomez no aparecía en ella, además de que solo había visto un avance de solo 5 segundos.
Me encantan las películas de terror, pero generalmente las que son de terror psicológico como "El Resplandor" o "La Huérfana", casi nunca esas donde aparece un monstruo mutante salido de la nada o fantasmas que mueven cosas porque están aburridos y atormentan familias porque son su entretenimiento. De igual forma creo que nunca fui al cine a ver una.
Amo los libros de Stephen King y es que mi mamá me contagió eso de ella, literal que tenemos cuatro bibliotecas y el 80% de ellas está repleta de libros de King, sin embargo su respuesta a mi pregunta fue "no, ni loca, andá con tu padre, yo no voy a ir". Y se preguntarán, ¿por qué si tu madre es tan fan de Stephen King, no quiere ir a ver una película que esté basada en un libro de él? Bueno, la realidad es que a mi madre también suelen gustarles las películas basadas en libros de King, lo que pasa es que "It" no le gustó. No me pregunten porqué, ni ella misma lo sabe o dice no recordarlo. Lo leyó cuando era más joven, dijo que simplemente no le gustó y lo tiró.
En fin, la mayoría de las veces consigo lo que quiero por ser la menor de dos hermanas y un hermano, además de que insisto demasiado, así que en el almuerzo pregunté como setenta y ocho veces si íbamos a ver "It" y mi madre siguió respondiendo lo mismo y mirando a mi papá como diciendo "yo no la pienso ir a ver". Cuando miré a mi papá dijo que seguramente el cine iba a estar repleto, que leyó en el diario que fue una de las películas más taquilleras y blah blah blah, de igual forma fue hacia su cuarto resoplando, encendió la computadora  y se puso a buscar descuentos. Compró dos entradas para las siete de la tarde ese mismo día y mis mejillas estaban entumecidas de la alegría, y ni siquiera sabía porque, ni siquiera sabía si me iba a gustar, pero me olvidaba que yo para estas cosas tengo como un sexto sentido, rara vez quiero ir al cine porque sé que la película va a ser malísima, pero cuando esto sucedía quería decir que la película iba a estar muy buena. Solo me pasó un par de veces, nunca fallé e "It" no iba a ser la excepción. Sé que en general las remakes suelen ser lo peor del mundo, pero seamos sinceros la de 1990 apesta, nada puede ser peor que esa, lo siento pero es mi punto de vista y sé que más de uno estará de acuerdo.
Una vez más, mi instinto no falló, la película fue genial y me quedé con ganas de más, apenas salí del cine sentí que la tenía que ver otra vez, y mi papá que es medio duro para aceptar que una película sea buena y valga la pena verla en el cine no lo negó, obviamente tuvo que hacerse el duro para no perder su dignidad y dijo "mseh, qué se yo, estuvo buena, los chicos actuaron bien, pseh, qué se yo" lo cual viniendo de él significa "estuvo estupenda" por más que lo niegue. Volvíamos a casa y recordábamos las escenas una y otra vez, y cada vez que pasábamos por una alcantarilla él no podía evitar decir "It" e intentar una risa pobre del payaso. Apenas llegué a casa tuve que decirle a mi madre lo buena que estuvo y que tenía que ir a verla otra vez, y otra vez, y otra vez.
Para en aquel entonces yo estaba en cuarto año de la secundaria, 16 años, y un par de compañeras habían organizado para ir a verla y les tuve que pedir de ir con ellas, no podía evitarlo, esa película me había emocionado. Y así fue, volví a ver "It" por segunda vez en el cine, lo cual eso convenció a mi mamá de ir a verla con mi hermana que también quería, y le tuve que pedir de ir con ella también pero no me dejó claramente, pensaba que su hija se había vuelto loca.  Adivinen a qué quisquillosa que no quiso ir conmigo en un principio le gustó la película... a mi mamá ¿pueden creerlo? Yo sí, es típico. 
Ese año también nos fuimos de vacaciones a Pinamar, y adivinen qué película seguía en el cine y quién quería volver a verla... no hace falta decirlo, de todas formas no fuimos.
Luego, ya en vacaciones no lo pude evitar y la descargué en la computadora, semanas enteras mis historias de Instagram se basaron en "It", así conseguí nuevas amistades, conocí a otra chica que estaba tan loca por "It" como yo, todas nuestras conversaciones, horas y horas, días y días se basaron en solo una cosa... "It".
Fui a una feria cerca de mi casa que abre los fines de semana que básicamente venden películas, ropa, juegos y demás cosas. Y la vi, por más que la tuviera descargada la película me llamaba y la tuve que comprar. Fui a un puesto donde vendían juegos de PC y Playstation porque quería comprarme los Sims 4, y resulta que también vendían remeras y había miles de Pennywise, estaba en el paraíso, sin embargo no compré ninguna, y los Sims 4 no lo iban a tener hasta la semana entrante.
A la siguiente semana volví a ir para comprar el juego, y convencer a mi papá de que al menos me comprara una de las remeras de Pennywise, no podía hacerme desear así.
Con el tiempo me fui olvidando de aquella obsesión, como con todo lo que suelo obsesionarme, es como un tren que para un tiempo y luego se va y vuelve casi nunca. Los personajes se fueron borrando de mi mente, las caras no las reconocía, olvidé el nombre de los actores, las voces, la risa del payaso, olvidé que la había descargado ya que nunca más volví a abrir esa carpeta, olvidé haberla comprado, la película estaba en español lo cual detestaba así que la guardé en la caja donde guardo todas las películas y la olvidé igual que a las demás. La remera quedó al fondo del armario, y no la volvería a encontrar hasta que decidiera reorganizarlo o peor, hasta mudarme, mudarme lejos del país a hacer lo que más me gustaba. Olvidé que tampoco leí el libro el cual en esa época estaba entusiasmada por leer, y no lo leería hasta que lo comprase y lo llevase lejos conmigo en el lugar donde trabajaba para hacer lo que menos me gustaba.