"VULGAR".

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—Hey, ¿te encuentras bien?

Yo únicamente me dediqué a mirarle. Yo me hallaba en una profundidad enorme en la que me había sumergido su mirada. Pero no duró mucho, segundos después reaccioné de aquel trance. Sacudí la cabeza para despertarme a mi mismo. Le observé detenidamente, parecía de 24 o 25 años, cabello azabache, llevaba un traje obscuro y una corbata también de color negro, una camiseta de azul marino y esa mirada... Esa mirada verde ámbar que no me quitaba de encima. Frunci el ceño y tiré de mi mano con brusquedad, liberándome de su agarre que sostenía mi muñeca.

—De maravilla.

Fue lo único que dije. Yo estaba completamente molesto, estaba hecho un caos, solté un bufido y me abrí paso entre él y un castaño que le acompañaba, del cual ni siquiera había notado su presencia.

Necesitaba beber café, me urgía  beber de aquel amargo líquido, para calmarme, relajarle y olvidarme de todo y todos.

  

  

  

  

  

  

  

  

Había decidido ir a una cafetería de los alrededores, no llevaría el auto así que caminaría, de verdad quería caminar ya que esa era de las pocas maneras en las que podía despejar mi abrumada mente y pensar mejor las cosas. Eran a penas las 10:48PM, la ventaja de estar en la famosa “cuidad del pecado” era que rebosaba de establecimientos abiertos a altas horas de la noche y de las personas ni hablar, había demasiada gente caminando por las calles, de un lado a otro. Las luces chillonas de los letreros en las tiendas, restaurantes y bares bañaban en colores las calles, hacia demasiado frío, las temperaturas en los lugares áridos eran una completa locura, ya que en el día era  insoportablemente caluroso y en la noche hacia mas frío que de lo que hacía en South Park. Yo caminaba por la acera cruzándome con tanta gente, me encaminaba en busca de una cafetería, la gente pasaba de un lado a otro yo estaba por llegar a un cruce de semáforos donde aguardaban decenas de personas para cruzar a las otras calles.

Yo levanté la mirada y lo que vi me dejó cruelmente congelado. Tenia un maldito nudo en la garganta, temblado y frustrado.

Respiré asustado dejando escapar una visible nube de vapor.

A lo lejos estaban mi padre, mi madre y... Yo. Estaban a unos metros de mí, observándome. Ellos se veían tan felices, libres y su pequeño no dejaban de verme con una hermosa sonrisa.

Mi pensar colapsó.

Se suponía que habían muerto, ellos y ése niño, el cuál también murió, desfalleció dejándose atrapar por la venganza y el odio, convirtiéndose en algo horrible: El yo de ahora.

Mi respirar se aceleró.

La gente seguía caminando. ¿Porqué nadie más los veía?, el tiempo estaba congelado al igual que yo.

Los tres se tomaron de las manos y se dieron la vuelta, dejándome con una respiración acelerada, la boca entre abierta y mi alma destrozada, completamente solo otra vez, con esa necesidad de abarzarlos, de que me reconfortaran, de que me llenaran de su amor, de ése mismo que solía apartarme de mis mas grandes miedos y penumbras a los que tanto temía.

PARTNERS IN CRIME. [Creek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora