El secreto del espejo

Ese castigo...

6:00 p.m. ~Sala de castigo~

Las horas pasaban lentamente para el grupo de amigos, sentados en sus pupitres observando el reloj esperando a que el tiempo pasara para poder irse a su casa. En ese momento la puerta se abrió con un rechinido que le enchinaria la piel a cualquiera, el prefecto entro y los miro con seriedad a todos aquellos que se encontraban en la habitación y con voz grave dijo.- todos siganme, les toca realizar trabajos.- todos se miraron entre ellos, se quejaron algunos, otros bufaron pero todos caminaron forzados detrás del señor. A las chicas les toco limpiar la biblioteca, a los chicos pintar la parte inferior de los arboles de blanco, según lo indicado por dirección. El prefecto se fue dejandolos solos diciendoles que al terminar fueran a buscarlo para darles el siguiente trabajo. Cuando todos terminaron en vez de ir a buscarlo se fueron a explorar, el sol se estaba poniendo y la escuela se tornó tétrica, o como ellos le llamaron "interesante". Caminaron por los pasillos del segundo piso con su celular en la mano.
La tenue luz que daban los focos del techo empezó a titilear hasta que se apagaron por completo. Los chicos pensaron que podria ser algo normal pues la escuela era muy antigua. Siguieron con su camino cuando una de las piertas de metal se abrio em alguna parte del instituto. Buscaron semejante puerta pues podria delatar su aventura. La puerta era de uno de los salones mas alejados de la escuela, al entrar la oscuridad ya reynaba en la habitación, encendieron la luz y vieron que era una especie de almacén donde habia desde maniquis hasta libros viejos, todos empezaron a ver llenos de curiosidad... hasta que se empezaron a escuchar unas risas y las luces haciendo corto circuito se apagaron soltando chispas dejando a los jovenes casi totalmente a oscuras de no ser por la luz de la luna llena que entraba por la ventana. La puerta estaba cerrada, al intentar abrirla fue mayor la resistencia sel cerrojo que la de ellos.
Cayeron al suelo sintiendo como si algo los presionara desde arriba. Un viento frió que les calaba los huesos entro por la ventana. Todos se vieron entre ellos:
Nara: les dije que era mala idea entrar aquí
Roger: ya entramos... ya ni mido...
Un susurro se empezó a escuchar por la habitación.
Destapen el espejo... destapen el espejo... el mensaje se escucho dos veces en na voz femenina algo quebrada. El viento movió una manta casi por completo de lo que aparentemente era un estante cubierto, pero resulto ser el dichoso espejo. Marco, la razón de que estuvieran castigados en primer lugar, fue hacia el espejo y tratando de quitarle la manta tiro el espejo al suelo rompiendolo en 5 pedazos. De aquellos trozos salieron 3 partículas de luz azul flotando. Las lucecillas se transformaron en 3 fantasmas, una niña de trenzas largas y dos niños gemelos, dijeron a unisono:

Niños fantasma: no has liberado... estamos agradecidos...
Gemelos fantasma: recibieran regalos, cada uno un don
Niña fantasma: por ahora vayan en paz...
Al decir esto desaparecieron y las luces volvieron a encenderse, la puerta se abrió de repente
El prefecto apareció en la entrada y los miro, se metió entre ellos hasta llegar al espejo roto, se inco ante este y empezo a recoger los 5 trozos para mirarlos asustado:
Prefecto: ¿que han hecho? No saben el mal que han soltado entre nosotros...- su voz se escuchaba temblorosa con la mirada perdida grito: ¡váyanse! .- se puso de pie y empezó a reunir las piezas del espejo en el marco de metal oxidado. El grupo de amigos salió, Sarah, iba algo alejada de sus amigos mirando las ventanas de los salones llenos de mesabancos, cuando una luz se formó en una, a travez de la ventaba con un rechinido espantoso parecido a como si escribieran con una uña larga. Las palabras:
adiuvane et egi auxiliatus sum.
La chica grito y salió a esconderse detrás de Adrien y Michael. Roger y Will se acercaron a tomarle una foto a la escritura.
Entonces un grito se escucho directo del almacén... el prefecto...