Pareja imperfecta » zayn malik.

Veintiocho.

Besar a Zayn sin duda era una de las mejores cosas que había hecho en toda mi vida, dejaba una sensación indescriptible.

Habíamos pasado ya varias horas conversando sobre todo lo que nos había sucedido las últimas semanas, la forma en la que nos sentíamos, todo me hacía creer que él me amaba de verdad y que merecíamos estar juntos después de todo lo que había sucedido.

El día estaba comenzando, era domingo y el sol ya había comenzado a aparecer mientras que nosotros no dejábamos de conversar sobre cosas que al final ya casi no tenían sentido.

– Llegué a pensar que nunca me escucharías –él me confiesa mientras que me hace sonreír levemente.

– ¿Zayn, qué haces despierto a esta hora? –escucho una voz femenina detrás de mí y al girar mi cabeza diviso a una mujer en la escalera, puedo apostar a que es la madre de Zayn ya que se parece mucho a él.

– Mamá… –Zayn habla y me mira como si buscara que yo responda por él.

– Hemos estado hablando aquí toda la noche, señora –contesto un poco incómoda.

– Está bien –ella dice un poco pensativa y termina de bajar las escaleras para dirigirse a la cocina.

– Sé que si le dices quien eres, seguramente hará un escándalo o se pondrá a festejar, o… bueno, algo hará –él me dice bastante avergonzado.

– ¿Por qué? –le pregunto tratando de no reír– ¿Acaso sabe que su hijito está enamorado?

– Cállate, Daisy –él me dice un poco irritado.

Mierda. Es malditamente tierno cuando se irrita.

– Cállame –le contesto desafiándolo.

Él sonríe y posa su mano en mi nuca haciendo que me acerque a él y unamos nuestros labios de una forma rápida y fuerte, cada beso era diferente y me cada vez me hacía sentir aún mejor.

– Zayn, ¿Quieres…

Al escuchar la voz de su madre lo primero que atino a hacer es a alejarme de él, Zayn le lanza una mirada asesina como diciéndole que quiere que se vaya pero ella permanece de pie en la puerta de la cocina.

– ¿Qué sucede, mamá?

– Iba a preguntarte si quieres desayunar o algo… pero creo que ya estabas comiendo algo.

El comentario de la madre hace que yo me ría y no pueda contenerme por nada del mundo. Apenas la conocía y ya me daba cuenta de que era una persona realmente espontánea y adoraba eso.

– No te rías, Daisy –él me dice y yo intento calmarme pero es algo que me resulta imposible.

– ¿Ella es la famosa Daisy? –su madre pregunta y yo los miro extrañada– He escuchado mucho sobre ti –ella me dice.

– Bueno, espero que eso sea algo bueno –le contesto.

– Lo es, no sé que le has hecho a mi hijo pero nunca estuvo así por ninguna chica y me alegra que finalmente estén juntos.

Las palabras de su madre automáticamente me causan una sonrisa.

– Aún no estamos jun… –Zayn comienza a hablar pero es interrumpido por mí.

– Cállate, si lo estamos, a partir de ahora.

Él me mira confundido por unos segundos y luego una sonrisa aparece en su rostro, esa sonrisa hace que yo sonría también y en pocos segundos me doy cuenta de que no somos solo dos sonriendo, sino que la madre de Zayn también está sonriendo.