Forbidden

1. No more secrets.

Dicen que el amor puede ser complicado, que a veces llega un punto en el que llegas a preguntarte si de verdad se justifican tantos problemas para estar con una persona, si al final todo habrá valido la pena.

Dominique estaba clara de que además de que ella y James peleasen mucho, el suyo era, además de complicado, un amor prohibido.

¿Cómo puedes explicarle a tus padres que te has enamorado de tu primo? ¿Cómo decirles que aquel que era tu mejor amigo desde niña llegó a convertirse en algo más? La única persona a la que le había hablado sobre su relación con James era su mejor amiga, Alessia Nott.

Y James no estaba en una mejor posición, sus padres también pegarían un grito al cielo, pues a pesar de que en las familias era común ver relaciones entre primos, fuesen o no para mantener la pureza de sangre, estos lo consideraban algo desagradable. La única persona a la que él le había admitido su relación con Nique fue a su mejor amigo, Fred II.

Su relación consistía, además de todo lo que tuviese que ver con demostraciones afectivas, en muchas discusiones, y es que ambos disfrutaban de sacar de quicio el uno a otro, o darles celos pues era divertido luego hacer el amor con su contra parte siendo posesivo.

Fred y Alessia, quienes también eran una pareja, no entendían del todo cómo es que a pesar de pasarse la mayor parte del tiempo discutiendo, estos seguían igual de enamorados. Pero ¿quiénes eran ellos para juzgar?

Dominique estaba tirada en su cama, mirando al techo fijamente, recordando cómo se dieron su primer beso, dando inicio a su relación oculta.

Una tarde de verano, James y Dominique se encontraban en el que consideraban su lugar secreto, lo habían descubierto en una de sus escapadas cuando eran más pequeños.

Dominique se estaba desahogando con James, pues nuevamente ante los ojos de Fleur no había sido capas de llegar a los talones de su hermana Victoire.

Muchos pensarían que ella y su hermana se llevaban mal, pero lo cierto es que era todo lo contrario. Vale que eran polos opuestos y discutían bastante, pero eran hermanas y siempre se apoyaban.

Desafortunadamente esta vez Victoire se encontraba fuera con Teddy Lupin, y su madre aprovechó que ambas estaban solas en casa para decirle que debía actuar más como una dama, así como Toire.

Para una Dominique de 13 años era duro escuchar aquello, si bien estaba clara que no era la hija favorita, el saber que tu madre te compare y ni alcances a sus expectativas era algo doloroso.

James llegó tan rápido como pudo, luego de que la lechuza que su prima le había mandando le entregase su carta. Su corazón dolía por ver a la persona que el más quería, y de quien se había percatado que estaba enamorado sufrir por no ser suficiente ante los ojos de su tía Fleur.

-Nique, tu madre tiene que entender que tú eres perfecta tal como eres, y si no puede darse cuenta es su pérdida- continuó consolándola acariciando su largo cabello rubio. Dominique tenía su cabeza apoyada en su pecho.

Si bien él le sacaba sólo unos meses, Dominique era mucho más baja que el muchacho. 1.76 contra 1.54, se inclinó para dejar un beso en su pelo, inhalando la dulce esencia a lavanda que la Slytherin desprendía.

-Joder James, no entiendo como nunca estoy a la altura de sus expectativas, sé que no soy tan coqueta o niñita como mi hermana, pero también disfruto arreglarme y esas cosas- se quejó, alzando la vista.

Sus ojos, uno gris y otro morado; gracias a la heterocromía que aún no quedaba claro de dónde los había heredado; contra los color avellana de su primo.

-Nique, estoy claro que duele, sabes que el consentido de al casa es Albus, y a veces mis padres hacen esos tipos de comentarios, pero debes pensar que es sólo problema de ellos si no se percatan de que no voy a cambiar, porque así soy y ya está - colocó sus manos en sus mejillas, limpiando con sus pulgares las lágrimas que salían de sus ojos y surcaban sus mejillas- eres perfecta tal como eres. Maldita sea, Nique, siempre lo has sido, ¿qué tengo que decirte para que te percates de ellos? ¿Decirte lo enamorado que me tienes?

El mundo quedó congelado para ambos, incrédulos de aquellas palabras que habían escapado del moreno. Él, sin creer que había confesado su secreto. Ella, sorprendida que ella no era la única que se sentía de esa manera.

Una ola de seguridad invadió a la más pequeña. Tomando la camisa del otro, lo atrajo hacia ella a la vez que se colocaba en puntillas, para besarlo.

Pudieron jurar que el mundo se detuvo, que no eran más que ellos en el mundo, que no había nadie que fuese mejor que ninguno de ellos dos.

Su momento perfecto se vio interrumpido por una luz brillante, al separarse vieron un patronus en forma de lobo, cuando éste abrió sus fauces escucharon las palabras de Bill:

-¡DOMINIQUE GABRIELLE WEASLEY! ¡VUELVE A CASA EN ESTE INSTANTE! ¡YA HA OSCURECIDO Y TÚ NO DEJAS NI UNA NOTA! ¡HABLAREMOS DE TU CASTIGO UNA VEZ QUE LLEGUES!

Dominique y James se vieron la cara, no se habían percatado mientras hablaban ni cuando se besaron, que el sol había ya desaparecido. No hablaron mientras caminaban de regreso a El Refugio, lugar donde los Weasley Delacour aún vivían.

Con el paso denlos años Bill y Fleur fueron acomodando la pequeña cabaña a una casa mucho más moderna de 2 pisos y unos 6 cuartos, uno para los padres, uno para cada uno de los hijos y dos de invitados.

Al llegar James saludó a sus tíos, fue por unos minutos al cuarto de Louis, mientras que Dominique recibía la reprimenda de su padre. Al final se había quedado sin escoba por dos semanas, cosa que para una fanática e increíble cazadora era un castigo extremadamente cruel.

Unos dos meses después de aquel beso, Dominique y James formalizaron su relación entre ellos y sus mejores amigos, Fred y Alessia. Pero aún, luego de 4 años, no le habían dicho nadie más.

Ahora el mayor miedo de Dominique se haría realidad, debían decirle a sus padres. ¿Cómo lo harían? ¿Cómo reaccionarían? ¿Les prohibirían verse o simplemente se darían cuenta de aquello que no se habían percatado? De mucho que ambos se amaban, y como sabían que los "Te amo" y los "Para siempre" no se decían como en una típica relación de unos adolescentes de 16 y 17 años.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando la puerta de su cuarto fue abierta, se sentó rápidamente y suspiró aliviada al ver a James entrar. Cerrando la puerta y silenciándola con unos hechizos, de acercó a la cama, se sentó y limpió con su pulgar las lágrimas que Dominique no se había percatado que había comenzado a soltar.

-¿Qué ocurre? Me mandaste un patronus diciendo que era una emergencia- su tono, al igual que su semblante y el brillo de sus ojos, dejaban muy en claro que estaba preocupado.

Y como un balde de agua fría cayeron las palabras que su novia había soltado.

Supo que ya no habría manera de seguir manteniendo su amor oculto, estaban en problemas y que ahora más que nunca se necesitarían el uno al otro.

De un momento a otro, el mundo cayó a sus pies.

-Estoy embarazada.