Para una adolescente que solo quiere experimentar lo que viven las personas normales a su edad, le resulta muy difícil hacerlo cuando su mejor amigo se muere, más aún si estaba enamorada de él.
Al hacer un vistazo en el tiempo, nunca recordamos el momento exacto en el que nuestra mente y corazón deciden ser amigo de alguien, que esa persona será importante en nuestras vidas, influenciara en nuestras decisiones, será nuestro cómplice en aventuras y travesuras, no nos damos cuenta de que abrirle espacio a una persona que en un momento pareció insignificante, resultaría ser con la que viviríamos muchos de los momentos más importantes en nuestras vidas.
Siempre pensé que los amigos solo se necesitaban para jugar, cuando querías pasar un buen rato, pasear por el barrio o reír. Pero resulta que estaba muy equivocada, esa persona termina siendo con quien tienes esas conversaciones asombrosas a tempranas horas de la madrugada, con quien vives experiencias únicas y que cuando tengas nietos les contaras y ellos te envidiarán.
Siempre me pregunté qué habría sido de mi si no te hubiese conocido, mi madre me obligó a salir al parque a jugar, llevábamos una semana en la nueva casa, recuerdo haber estado muy enojada con mis padres por haber dejado mi antiguo hogar, terminé sentada en un columpio mirando mis botas impermeables rojas, esperando a que la hora pasase rápido para poder irme a casa, pero llegaste tú, invitándome a jugar en los charcos de agua, no le veía nada divertido en mojarme y ensuciar mi ropa, mamá me mataría, pero vi tu sonrisa sin los dientes de enfrente y reí, supongo que ese fue el momento en el que mi mente y corazón te dieron el visto bueno, desde ese día nos hicimos inseparables.
Además de ser mi mejor amigo, eras lo único en lo que pensaba, cada cosa que hacía sin ti, esperaba en verte para contártela, fuimos creciendo acorde pasaban los años, al igual que nuestra amistad, pero lamentablemente para mi termine enamorada de ti, recuerdo que no entendía porque me daba celos que hablaras con la niña nueva, me molestaba demasiado, cada vez que te acercabas a ella o a cualquiera que no sea yo, sentía mi cara hervir y una sensación extraña en el estómago, hasta que lo comprendí, me gustabas y mucho, lo peor fue que el sentimiento no disminuyó con los años, pero nunca te dije nada por miedo a arruinar nuestra amistad.
Pero empezamos a distanciarnos, pasabas mas tiempo con los del equipo de futbol y yo empecé a hacer amigas, vi como tuviste cortas relaciones y me rompías el corazón sin saberlo, pasaban días en que no hablábamos, no por estar enojados, pero cada uno estaba metido en sus asuntos, yo no quería molestarte, ya nada era como antes, eran otros los niños que jugaban en el parque, otros los niños que hacían excursiones nocturnas o que gastaban todo el saldo telefónico en llamadas eternas, eran otros, ya no éramos nosotros.
El último año escolar estaba recién partiendo, llevábamos una semana de clases cuanto mucho y no ibas a clases, me preocupé por ti, claro que lo hice. Fui a verte a tu casa, el ambiente era distinto, tus padres estaban tristes, tu hermana me miró con pena mientras me veía subir la escalera a tu habitación ¿Qué ocurría? Abrí lentamente la puerta y te encontré sentado en el suelo, con la cabeza apoyada en tus brazos, estabas llorando, corrí a abrazarte e inmediatamente me correspondiste, no entendía que pasaba, pero quería dejarte claro que yo estaba ahí, siempre lo estaría.
Pero ese siempre termino muy rápido, resulta que tenias cáncer, la enfermedad avanzaba rápido y lo descubrieron tarde, moriste una mañana nublada, el día anterior había llovido, al igual que el día en que nos conocimos.
El funeral fue silencioso, tu hermana dijo unas palabras, pero nadie más, tus padres no pudieron, tus amigos tampoco, yo no pude, no sabía que decir, lo sentía como una despedida, no quería despedirme, eras mi mejor amigo, siempre lo serías ¿Por qué debía entonces decir adiós?
Nunca olvidaría lo que vivimos juntos, nunca te olvidaría, leí en alguna parte que las personas mueren realmente cuando se les olvida, y yo nunca lo haría, te mantendría vivo siempre, al fin y al cabo, eres la persona que mi mente y corazón eligieron.
Carta encontrada bajó un baúl.
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CARTAS BAJO UN BAÚL
Short StoryPara una adolescente que solo quiere experimentar lo que viven las personas normales a su edad, le resulta muy difícil hacerlo cuando su mejor amigo se muere, más aún si estaba enamorada de él.