Cruzados del Alma Oscura.

Episodio 1

Den y yo caminábamos sin parar hacia nuestro destino, llevamos bastante tiempo sin comer y mi estomago ruge como si se tratara de un hambriento dragón, le suplique que nos detuviéramos a comer algo pero el simplemente me ignoro, caminamos por un largo rato hasta que llegamos a donde queríamos, un lugar llamado "el santuario de enlace de fuego", Den me guió a la entrada, a pesar de que yo no supiera para que demonios estábamos aquí Den parecía muy seguro de lo que hacia.
Al entrar a ese extraño lugar lo único que vi fue a una señorita sentada junto a una hoguera, ella lucia un desgastado manto color negro con algunos encajes plateados, un hermoso cabello negro y una especie de venda negra tapaba sus ojos, ademas poseía un cuerpo de proporciones hipnóticas, dispuesto a reclamar lo que seguramente algún día seria mi futura esposa me acerque lentamente a ella, luciendo a cada momento mi fornido cuerpo y apunto de llamar su atención fui detenido  por Den el cual negó con la cabeza y puso su brazo frente a mi para alejarme de mi tesoro, molesto retrocedí, Den saco una especie de pergamino de un compartimiento de su armadura, a continuación se lo enseño a aquella hermosa dama y ella al verlo se arrodillo frente a nosotros.
-bienvenidos al santuario de enlace de fuego queridos elegidos.
Den hizo una reverencia para corresponder con cortesía.
-permítame presentarnos señorita, mi nombre es Hugo Guillermo de Lago Ardiente y el es mi compañero de aventuras y escudero Den Rokujo de la villa del cuervo gris.
-No recuerdo ser tu escudero, de hecho eso nunca estuvo arreglado -agrego Den notablemente irritado.
-si, si, como digas, y dígame señorita cual es su nombre, estoy seguro de que es tan hermoso como usted- dije en un tono pícaro.
Den me golpeo en el brazo y yo lo golpee de vuelta.
-Mi nombre es Elena y como evidentemente pueden ver soy una guardiana de fuego, sin embargo solo lo soy para ayudarlos a proseguir en su destino.
-¿Destino?, Den de que diablos habla esta preciosa mujer.
Ella estaba inexpresiva, no entiendo como no caía en mis inimaginables encantos.
-te lo estuve explicando todo el camino idiota, nosotros dos junto con otros cinco caballeros emprenderemos una cruzada para lograr apagar la primera llama y sumir el mundo en las sombras.- explicaba Den con un orgullo notable.
-ah, ¿y ya?.- pregunte confundido.
-¿a que te refieres con "¿y ya?"?, ¿acaso no es lo suficientemente importante para ti terminar con la esclavitud de la raza humana?
-no no, eso esta perfecto compañero, el caso es que...
-¡solo guarda silencio!-grito Den.
-esta bien, esta bien, no te enojes.
-disculpen elegidos, lamento interrumpir pero les prepare algo de comer para celebrar su llegada-dijo Elena entusiasmada.
-muchas gracias linda, lo tomaremos con gusto, pero a lo único que me quiero comer es a ti.
Den me empujo y comenzó a decirme que era un imbécil  mientras golpeaba mi cabeza.
Comimos lo que Elena preparo, después de eso Hugo se fue a dormir yo me quede hablando con ella mientras limpiaba mi armadura.
-¿usted no tiene miedo?
-¿a que te refieres?
-ya sabe a morir, según lo que yo se usted no es un no muerto, por lo tanto solo tiene una oportunidad de cumplir el objetivo.
-lo se, eso es lo interesante.
-¿pero no le asusta?
-para nada, honestamente es mucho mas divertido vivir todos los días como el ultimo, siendo mortal, antes de vivir el ultimo día como todos, siendo inmortal.
-supongo que tiene razón...
-Den, solo dime Den, es algo incomodo que nos llames elegidos.
-oh, ¿enserio?, de verdad lo siento.
-no tienes por que preocuparte, no es algo que de verdad me moleste solo que no es algo que disfrute realmente, cualquiera podría apagar la primera llama, solo que nos toco hacerlo a nosotros.
-supongo que tiene razón pero eso no le quita lo heroico.
-si eso creo, bueno ya termine de preparar mi armadura para mañana, todavía falta encontrar a cuatro personas mas.
-cierto, en ese caso, que tengas buena noche Den.
-igualmente Elena.