Omegaverse Eren y Levi

Uno ❤

Había demasiado calor, me estaba sofocando, sentía pesado el pecho, sin poder respirar. Abrí los ojos y me encontré envuelto por grandes brazos

Maldita sea, me volví a quedar dormido con Erwin.

Me levanté rápido, no tenía tiempo para bañarme así que solo me vestí y trate de esconder mi olor con el perfume de Erwin, era horrible pero no tenía tiempo para más.

Tome el autobús y llegué rápido a mi apartamento, dado que Erwin vivía al otro lado de la ciudad pensé que tardaría mucho más tiempo.

Vivía en un complejo pequeño y barato, así que no había elevador y debía subir bastantes escaleras, agradecía ser pequeño y liviano en momentos así.

Cuando estaba abriendo mi puerta, vi salir a mi vecino de su apartamento junto con sus amigos, un rubio pequeño, seguramente Beta, la chica tenía cara de pocos amigos al igual que yo, creo que se llamaba Mikasa y enseguida reconocías que era un Alfa, por último salió mi vecino, Eren.

Era un Alfa, pero no uno cualquiera, era mi destinado, me di cuenta cuando tuve mi celo apenas lo vi, ¿Pero por qué él no lo sabía?, Fácil, era un mocoso idiota, o tal vez no sintiera feromonas, pero mientras no se me acercara, estaría tranquilo

–Buenos días– Me saludo el rubio sonriendo tiernamente, quería comerlo, era demasiado lindo

–Hola– Conteste abriendo la puerta

–‎Señor Levi, ¿No llegó a dormir? Eso es peligroso– Me preguntó Eren y solo me sonroje un poco

–‎No seas indiscreto Eren– Escuché decir a la chica

–‎Pero tengo razón, y tiene la misma ropa de ayer– Dijo confundido

–Se cuidarme solo así que no te preocupes– Conteste y después me metí a mi apartamento con prisa

–Me gustaría saber a dónde va– Escuché decir a Eren a través de la puerta, solo suspire

Estaba muy cansado, no había podido dormir por culpa de Erwin y además debía ir a trabajar.

Era un "acompañante" por decirlo de una manera menos brusca. Era un bailarín y daba otros servicios. Para un Omega, a pesar de las nuevas leyes que nos protegían y la convivencia igualitaria, seguía siendo difícil, no había trabajos y menos para un Omega que estaba solo en la vida y sin estudios.

Ese era yo, el pobre niño que se quedó sin padres y solo con un tío alcohólico que a la primera oportunidad lo abandonó, no era que me pusiera a llorar por eso, la verdad no tenía importancia y no me quejaba de mi trabajo, se ganaba buen dinero y podía sobrevivir gracias a eso.

Mire la hora, todavía me quedaba tiempo para dormir un rato más y después irme, solo esperaba llegar a mi casa esta vez.

Gracias al cielo no llegue tan tarde a casa esa noche, aunque fue porque no hubo ni un cliente bueno. Mientras subía las escaleras vi a una chica bajar rápidamente muy enojada, entonces bajo Eren detrás de ella

–Espera, se te olvida tu bolsa– Dijo detrás de ella

–Maldito idiota, no puedo creer que me gustabas– La chica estaba toda sonrojada del enojo

–Lo siento pero no pude hacerlo– Dijo Eren nervioso

–Lo sé, no puedo creer que seas Alfa, nunca vuelvas a llamarme– Dijo de manera despectiva

–No te preocupes, no pensaba hacerlo– Respondió Eren sin malicia

– ¡¿QUE?!– El sonido de la cachetada fue intenso, reprimí mi risa y continúe subiendo