Siempre estoy,
siempre estuve,
pero nunca te tuve,
Ahí estás,
tan lejos de mi alcance,
soñando con tal vez qué,
conociendo nuevas ciudades,
maravillosos universos,
mientras yo sólo me hundo en estos versos,
Si tan sólo pudiera robarte un beso,
sería atrevimiento,
o impulsos,
pero algo sé,
no me arrepentiría de ese momento,
Te hablo pero no escuchas,
o te niegas,
o me equivoqué,
no sé qué tengo que hacer,
para tu amor merecer,
Con el tiempo te alejaste,
me alejé,
me dolió,
te esperé,
pero no llegaste,
o te negabas,
o tal vez yo era demasiado “nada”
Pero el día que decidas a mi vida volver,
estaré aquí,
con la mano extendida,
por si quieres huir de la rutina,
y necesitas un poco de risa,
para endulzar la vida,
sin prisa,
sin adioses que te hagan llorar,
sé que te afectan mucho,
pero tuve que hacerlo,
tu amor nunca fue mío,
aunque eso quería,
eso pedía,
pero te escondías,
y se fue disipando lo que nos unía,
Pero te espero,
no lo olvides,
cuando los días te fatiguen,
llámame,
iré a buscarte,
y nos iremos a un mundo a parte.
