Detrás de Cámaras [JimSu]

Dos

Yoongi posó sus rasgados ojos felinos sobre Jimin, enarcando una ceja.

-¿Qué haces ahí? -cuestionó, observando con desconfianza cómo el menor salía de su improvisado escondite. Jimin abrió la boca lentamente, pensando bien lo que iba a decir, sin embargo, su hyung lo interrumpió- No, olvídalo. No quiero saberlo.

El pelinaranja le vio caminar hacia el interior del edificio. Lo siguió en silencio y se mordió los labios, reprendiéndose a sí mismo por no poder evitar que sus oscuros ojos de desviaran hacia el trasero de Yoongi, sus delgadas y blanquecinas piernas...

Joder, estaba enojado. No podía permitir que unos segundos de delirio nublasen su juicio.

-¿Dónde están todos?- soltó el rapero de forma rígida.

-Ellos han tomado la habitación que les tocó, hyung... -no le diría que más bien escogieron mientras él no estaba.

Suga se mordió el lado interno de su mejilla, no queriendo preguntar lo obvio. Así que lo afirmó.

-Vamos a compartir.

Jimin asintió desviando la mirada, su entrecejo estaba fruncido y eso Yoongi pudo notarlo. No tenía la misma actitud apenada y urgida de hacía unos momentos, en el auto y, en realidad, toda la semana que estuvo evadiéndolo (porque sí, Min Yoon Gi evadía a Park Ji Min como si portarse la peste desde hacía una semana). El pelinaranja parecía estar consentrado en sus pensamientos. Pensamientos que Suga temía intentar descifrar.

-¿Qué esperas? Dame las llaves- dijo el mayor, extendiendo una blanquecina mano en dirección de Jimin; si planeaba quedarse las pocas horas que tenían para descansar en la recepción, estaba bien, pero él iría a acostarse ya.

Sin embargo, no se esperaba que el menor le ignorara, llendo hacia las habitaciones sin siquiera asegurarse de que Yoongi lo seguía. El de cabello menta apretó los labios, formando una fina y recta línea en su boca, pero no dijo nada. Se aseguró de caminar lo más lejos posible de Park. Inmaduro, sí. Claro que no pudo seguir con aquel comportamiento cuando el cantante se detuvo frente a la habitación 233, entonces tuvo que acercarse y esperar a que el pelinaranja abriera.

¿Estarían los demás en las habitaciones continuas? Si era así, podría pedir un cambio...

-Hyung...

-¿Ah?-volteó hacia Jimin.

La puerta ya estaba abierta y el menor adentro, él era el idiota que seguía parado en el pasillo.

-Necesitamos hablar...

Y Suga descartó la idea de huir.

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¿Alguna vez te subiste a una montaña rusa? ¿Has sentido ese cosquilleo en el estómago, cuando llegas a la cúspide, tocas el cielo, y luego pareciera que te estrellarás contra el suelo y morirás? Náuseas.

Eso mismo estaba sintiendo Min Yoon Gi en aquel momento.

Se hallaba recostado sobre la cama que él había proclamado como suya en cuanto arrojó su mochila sobre ella. Se despojó de los enormes y oscuros lentes que hasta entonces se le había olvidado que tenía en la cara, como adheridos a él. Ser famoso no es sencillo, la imagen cuenta mucho, muchísimo, por ello solían ocultar sus señales de cansancio tras gafas gigantes y cubrebocas, que más bien ya era moda en Corea.

Escuchó el agua de la ducha caer. Bien, si Jimin ya era extraño, ahora actuaba más extraño. Después de decirle que había algo que hablar, lo ignoró, dejó sus cosas en la cama de al lado y entró a bañarse como si nada. Jamás entendería a ese chico, jamás.