Vida en manada

La noche en cuestión...

A Remus no le gusta estar encerado, a el le encantaba el frío aire de la noche y estar al aire libre disfrutando de las estrellas. Pero el sabia que no podía salir, que alguien malo estaba buscándolos, Remus cerro los ojos e intento imaginarse que estaba fuera..., pero no pudo concentrarse con los gritos de sus padres, últimamente estos habían estado peleando mucho y Remus esperaba que pararan pronto, no le gustaba verlos tristes o enfadados.

 Aun intentando relajarse y sintiéndose agobiado en su habitación se dirigió a su ventana y la abrió lentamente, para no hacer ruido. Poniéndose de puntillas se alongo, su padre le había dicho que no saliera de su cuarto, pero, técnicamente no había salido de el, sonriendo Remus se relajo con el aire nocturno, lo había echado mucho de menos, llevaba casi un mes sin poder salir y no podía más...  poco después oyó un ruido raro, pero no vio nada, ya siendo tarde se fue a dormir...

Mas tarde esa misma noche Esperanza Lupin fue a decirle buenas noches a su hijo, pero cuando entro al cuarto vio a su hijo de 6 años ya dormido, sonriendo ante la tierna imagen Esperanza arropo bien a su hijo y se dirigió a su cuarto cerrando la puerta tras ella. Habiendo estado muy metida en sus propios pensamientos, no se dio cuenta de que la ventana estaba abierta, y mucho menos se fijo en la gran figura negra del fondo, la cual parecía estar observando la casa...

Un par de horas después Esperanza y Lyan Lupin se despertaron sobresaltados al escuchar un grito, ambos se miraron preocupados y cuando se oyeron ruidos en la habitación de su hijo, Lyan salió de su shock inicial y con varita en mano se dirigió rápidamente a comprobar que pasaba...

Cuando llegó abrió la puerta de golpe para ver si su hijo estaba bien, pero solo encontró la habitación vacía. La cama estaba desecha, también se podía ver la lámpara de noche rota a un lado con un charco de sangre en el suelo que seguía hasta la ventana, la cual estaba abierta de par en par.
Lyan fue corriendo a la ventana, pero, no pudo ver nada... «esto no puede estar pasando»«No por favor» pensaba apretando con fuerza su varita, solo salió de sus pensamientos cuando oyó a su mujer llorando en la puerta, fue hacia ella y la abrazo con fuerza mientras el también lloraba...

Y sin perder más tiempo Esperanza comunicaba y contaba los hechos tanto a la policía Muggle como a la mágica, mientras Lyan realizaba hechizo de rastreacion e inspeccionaba los alrededores...

-esto no puede ser...- Lyan sentía que estaba en el borde de un precipicio; habían huido, se habían escondido pero no había servido de nada... No había rastros de magia pero si arañazos y marcas de garras por la habitación...

...

El primer pensamiento de Lyan fue que había sido Fenrir Greyback, ya que los había estado acosando desde hace meses, pero ese no era su estilo, a Lyan le dio un escalofrío al pensar en el estilo de Greyback, mutilar y matar, era imposible que el hubiera raptado a su hijo, no tenia sentido.

Sabia que tenia que avisar a las autoridades, pero también sabia que estos pensarían lo peor, luna llena más marcas de garras... no tenia buena pinta, después de eso solo habían dos opciones, que buscaran a su hijo solo para para tenerlo controlado o que ni siquiera intentaran buscarlo...