Capitulo 2. LA HUIDA

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La tarde paso entre escobas y trapeadores y cuando estaba dispuesto irse a casa  su camino fue interrumpido por unos leves sollozos provenientes del cuarto donde descansaban los pacientes, se acerco para averiguar de que se trataba y para su sorpresa escucho la voz Juno uno de los enfermeros encargado del turno de la noche, este le decía con voz baja;

- Está bien es parte de la rutina del hospital.

-Vamos tranquilo no te haré daño decía- con un tono un tanto amenazante

- Por favor no lo hagas me duele

- Oh vamos, no querrás hacerme enojar verdad?

- No por favor... No lo hagas... Ahhhh

Un sonido agudo proveniente de la puerta hizo a Juno girarse de golpe   y lo último que supo es que se encontraba en el suelo con la nariz empapada de sangre.

- Pero que demonios te pasa a ti idiota. Amenazó con la mirada a Hyukjae

- Más te vale que dejes tranquilos a los pacientes si no la próxima vez no será solamente tu nariz la que estará rota - Contesto un agitado Hyukjae.

La señora Han se había levantado de su cama, repetía  una y otra vez que ya era hora de levantarse.

-Tranquila señora Han, por favor vuelva a su cama aún no es hora de despertar. La señora obedeció y se limitó a decir que ese enfermero era malo.

-Estas bien? Pregunto a un cuerpo que temblaba de miedo acurrucado en su cama, tranquilizate.

Solo un murmullo que no logro enterder obtuvo como respuesta, así que se limitó a no hacer más preguntas. Mientras tanto Juno que  se levantaba y limpiaba la sangre de su rostro salía por la puerta.

Hyukjae  tomo su chaqueta y se dirigió a salida por las escaleras de emergencias cuando el aire frío de octubre golpeó su rostro se detuvo un momento a pensar en a quien podría llevar de acompañante a la boda de su hermano, llevándose las manos a su rostro lanzó un suspiro, pero ese momento de confusión fue interrumpido cuando un cuerpo de pies descalzos se paraba a su lado.

- ¿Pero que demonios? -Pregunto Hyukjae dando un brinco.

Las sirenas de una patrulla que pasaba frente a él lo pusieron aún más nervioso no se permitiría que esa noche lo acusaran de secuestro o algo por el estilo por estar en la  oscuridad con un chico que hiba vestido de mujer y sin zapatos lo único que pudo hacer fue sujetar la muñeca de Donghae que sonreía de forma inocente y llevarlo lejos  y de ahi, ya fuera de la vista de algún espectador no deseado soltó su muñeca y le pregunto con voz grave;

- ¿ Porque estás aquí?, no deberías haber salido.

Donghae solo respondió - solo quiero ir contigo!

Ahora tenía un grave problema simplemente no podían regresar por donde habían salido y entrar por la puerta principal era una condena segura, lo podrían acusar de haber intentado  ayudar a un paciente a escapar o de algo peor.

Llevo sus manos al rostro y dejo salir un suspiro de frustración el sonido de las sirenas lo tenían  más que nervioso y  sin decir una palabra cruzó la gran avenida dejando a un muy confundió Donghae.

Cuando estaba a punto de llegar al otro lado un remordimiento lo hizo parar y pensó que haría un joven claramente aturdido a esa hora de la noche sólo y además descalzo, sabía que se odiaria por tomar esa decisión pero simplemente no podía dejarlo ahí. Sin pensarlo regreso hasta donde esté estaba y ya se arrepentiria de lo que haría más tarde.

-Vamos!! - dijo Hyukjae un tanto incómodo

Una bella sonrisa iluminó el rostro de Donghae que asintió dando pequeños saltos por la eminente alegría.

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