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"Jimmy" sí que lo había tomado por sorpresa.

Incluso si aquel nombre era extranjero, la similitud con el suyo le era desconcertante.

Habiendo tantos nombres, justamente  mencionó aquel.

Nuevamente salió de aquella penumbra habitación, dejando a la chica en sus lamentos indeseables.

Dos enfermeras llegaron al paradero del JiMin, una de ellas con dos jeringas de color verde y azul, dispuestas a relajar a la joven que yacía dentro.

Al menos sabía que tenía algo de apoyo, aunque saber la forma de tranquilizar a la chica le causaba escosor.

Dejó de escuchar los gritos una vez que estaba en el segundo piso del hospital.

Estando en el área verde, notó que algunos de los pacientes estaban en terapia, otros simplemente se dejaban consentir con el clima.

El rango de edad no era definido, y bastante variable, desde adolescentes hasta adultos mayores.

Tomo asiento en una de la bancas color hueso, junto a un árbol que daba una sombra perfecta. Nadie se había acercado, así que no se preocupó en ocupar aquel lugar.

Abrió su pequeña libreta, para dar inicio a su nuevo paciente. Al notar que el último apunte tenía un rayón, rápidamente una de sus cejas se levantó.

Los minutos pasaban y seguía en las mismas.

No había escrito nada, aparte de posibles formas de iniciar correctamente la práctica con su paciente, aún así, no le era lo suficientemente convincente como para iniciar.

—¿Problemas con la joven  EunSang?—

El Dr Kim yacía detrás de JiMin desde hace un buen rato, viendo el grado de  complejidad que la había asignado a su nuevo recurso.

—No... No es nada— Mintió

—Debería tomar apoyo en el diario que le di en la mañana. Estoy seguro que logrará ayudarle por el momento—

Ciertamente, el diario que le había otorgado se mismo día traía información importante para iniciar sus actividades con la paciente que se le había sido otorgado.

Al sacar aquella libreta aterciopelada, al igual que en su libreta, estaba escrita al inicio "Kim EunSang", junto con una carita sonriente algo torcida en la parte de abajo.

Estaba casi llena de información, quedaban únicamente dos hojas sin rayar al final. Muy limpio y en orden.

Día:1
La joven que se me ha sido asignada el día de hoy (Con TEPT) muestra resistencia a mi contacto.
Sin embargo, cuando vió entrar al encargado de su medicamento, instantáneamente la actitud temerosa y vulnerable apareció.
A mí punto de vista, prefiere el contacto femenino al masculino (Hipótesis).

Aquella información no era nada que no supiera hasta ahora.

Segunda, tercera o cuarta hoja y no encontraba algo que le ayudará. Lo único rescatable de aquello, sería el hecho de que ahora sabía que la chica era fanática de las gelatinas de mango.

—Mango...—

A su criterio, aquella fruta no era de su agrado, pero tomaría en cuenta aquella oportunidad cuando lo necesitara.

Vió a lo lejos un paciente charlando cómoda y alegremente con la pared. Lo que le dió una idéa de como iniciar una relación con EunSang.

Guardó todas sus cosas y entró al comedor del hospital, con el propósito de encontrar un pequeño bote de gelatina de mango.

Afortunadamente para JiMin, quedaba uno al fondo del refrigerador. Una vez que lo había comprado, regresó a la tercer planta del edificio, junto a una enfermera, la cual era algo de ayuda, y esperó unos cuantos momentos antes de tocar.

TocTocToc. Grave error

 -¿Jimmy?- Preguntó llena de escalofríos encerrada en su habitación- !JIMMY!- Gritó eufórica

Se escuchaba el brincar de la chica, parecía que aquel toque le recordaba a aquel ser querido.

Conmocionado, JiMin únicamente atinó a mirar a la enfermera que estaba a su lado. Sabiendo perfectamente el hecho de no poder entablar aún una correcta conversación con su paciente, le explicó de manera breve y clara el plan que había formado en su mente en el pequeño trayecto de la cafetería hasta la habitación de EunSang.

–No podría, sería mentirle a la niña– La enfermera negaba frenéticamente ante el plan de su superior.

–Usted es mi única salvación, solo entre–

Por más que JiMin intentará convencer a la enfermera, está se negaba. Le preocupaba el hecho de tardarse tanto en lograr un acercamiento indirecto con EunSang.

No tuvo más remedio que utilizar un viejo truco el cual solía usar en sus tiempos de educación media superior.

Colocó ambas manos en las mejillas de su acompañante, acercándose un poco más al rostro de la chica, remojando sus rosados y regordetes labios de forma sutil y sexy, rogando por última ocasión un "Por favor"

Nadie, ni siquiera la mujer menos débil lograría no caer en el encanto de aquel momento.

Después de un apenado "Está bien", la enfermera colocó su mano a punto de abrir la puerta, si no antes ser detenida para entregarle un pequeño botesito de gelatina de mango, el cual debía entregarle a EunSang.

Finalmente, la puerta se abrió, dejando al descubierto a una chica desconsolada a un lado de su cama.

JiMin sintió como miles de cristales rotos caían en su pecho.

...

-Yehnna-


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⏰ Última actualización: May 25, 2018 ⏰

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Jimmy | p.jmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora