El Exterior No Importa (MikaYuu)

Cap. 3: Primer tortur- digo Día

Créditos a la creadora de esta preciosidad de imagen •<•

Pov. Normal

Es un nuevo día después de la cansada noche que tuvieron nuestros protagonistas y su familias, ahora tienen que levantarse temprano para su primer día en el instituto "Kami", aunque su despertar no es el mejor que uno podría tener después de una cansada noche.

— ¡BAKAYUU! ¡Despierta de una maldita vez! — Le gritaba por... Ya ni sabía cuantas veces — ¡Estupido niñato! — Le iba a dar un golpe para despertarlo, pero el peli-plateado llegó antes de que lo lograra.

— Guren — Le dijo en tono de advertencia, el peli-negro mayor se detuvo al escucharlo — Dejemoslo faltar hoy, el primer día casi no hacen nada — Habló después de un suspiro.

—... Bien, pero pudiste haber dicho eso ayer y no habríamos estado tan apurados — Le respondió divertido.

— ¡Ups! — Sonrió nerviosamente — Mejor vamos a desayunar.

— Vamos — Le sonrió — Son tostadas con mermelada, ¿Verdad?

— Sí, ¿Cómo supiste? — Hablaban bajando las escaleras.

El oji-verde pudo descansar hasta tarde ese día, en lugar de sufrir al ir a esa escuela.

En cambio un rubio tenía un panorama muy diferente, pues nadie que viviera en el mismo hogar que sus padres podía dormir pacíficamente hasta tarde, ya que estos son muy ruidosos desde la mañana al anochecer.

— ¡Mi~Mika! ¡Despierta! — Gritaba Ferid mientras golpeaba una olla con una cuchara de madera, ante esto la respuesta del rubio fue cambiar su posición, el peliplata al notar lo inútil que parecía ser la olla y sus gritos, decidió usar "la vieja confiable" — ¡MIKA! ¡KRUL VIENE PARA DESPERTARTE! — Le gritó cerca de su oído.

— ¡NO! ¡Ya estoy despierto! — Respondió levantándose de la cama lo mas rápido que podía, pero escuchó la risa del estúpido de su padre.

— Siempre funciona — decía saliendo de la habitación de su hijo que ya quería matarlo antes del desayuno.

Y no era para menos, pues la peli-rosa tenía mil y una maneras para despertar a una persona de la peor forma y el ya experimentó muchas, al recordar eso le dio un escalofrío.

— Mejor no pienso en ello — hablo para si mismo mientras se metía al baño para asearse.

Una vez salió se vistió con parte de la ropa que le habían comprado, la cual consistía en una falda rosa; casi naranja arriba de las rodillas; una camiseta blanca con diseño, manga larga con agujeros, dejando ver parcialmente los brazos; encima una chaqueta dorada; y unos tenis plateados con blanco, –teniendo debajo el corsé y la ropa interior de mujer– se puso la peluca, ajustándose la con pinches, muy a su pesar se maquilló para verse femenino, todo esto frente al espejo de su habitación, bajó estuvo una vez listo.