Capitulo I

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Soledad



-Vamos, sera solo un breve momento ¿si? TaeTae.-Dijo el cautelosamente aquel Doctor, mientras iniciaba el proceso de extracción de sangre de su brazo derecho. -No dolerá lo prometo.

Todos los presentes guardaron silencio estaban 4 enfermeras dos doctores mas, 3 camilleros junto a el pequeño Jimin, quien tenia la silla de ruedas a su costado viendo fijamente a Tae.

El doctor acerco cuidadosamente la abuja a su brazo para aplicar alchol antes de actuar.

-Respira profundamente. Todo el dolor se ira en un segundo. -Dijo el Hombre quien veía tristemente al pequeño niño. Y luego le daba una pequeña sonrisa.

En un momento el doctor logro insertar la abuja sacar la sangre necesaria y luego pasar el algodón sobre el pequeño dolor causado limpiando la sangre y desinfectando. Volvieron las enfermeras a acomodar al pequeño castaño en la cama cuidadosamente.

-Eres un niño valiente. -Dijo la enfermera. -Estoy orgullosa de ti, Pequeño Taetae...

Taehyung miro a su mejor amigo quien estaba justo en la esquina de la sala, junto a la silla de ruedas que le pertenecía a el. Le vio fijamente y Jimin no se acerco, solo le miraba expectante.

-Puedes descansar, Regresaremos en unos segundos pequeño. Trata de relajarte. -dijo sonriéndole la enfermera.

Ella dio una ultima sonrisa, y se alejo no sin antes hacerle una reverencia al pequeño Jimin quien estaba tan agarrado de la silla de ruedas. Se fue lentamente.

-¿Taetae? -dijo el pequeño acercándose al peli castaño quien estaba hecho una bolita en su cama. -¿Te sientes bien?

El niño siguió en silencio mientras conservaba su posición, lentamente fue bajando las cobijas para que Jimin viera el rostro frió y serio que poseía Tae.

-Vete.

-No.

Se vieron fijamente como si estuvieran en una especie de Pelea de miradas mas cortantes.

-¿Puedes recordar?-Dijo Jimin alejándose un poco de la cama.

Tae solo se levanto un poco de la cama, mientras observaba fijamente a un punto ciego de la sala.

-No.

Jimin bajo la mirada y tomo la silla de ruedas poniéndola cerca de la cama.

-¿Quieres salir a dar un paseo?





-¿Conoces a esas personas? -Dijo esa fría voz a través de sus oídos. -Creo que sienten lastima por ti.

-No es cierto. -dijo casi en susurros.

-Míralos, como te ven como si fueras un perro muriendo en agonía pero, ¿Dónde estaban cuando pedías ayuda? ¿Lo olvidas pequeña rata?

El lloro y pego gemidos de angustia cuando en su cabeza comenzaron a pasar esos horribles momentos dolorosos de su infancia, que no quería por nada del mundo recordar

-Si, podía sentirlo... -rio esa voz.

Esos golpes y humillaciones frente a tu cara, todos que te arrancaban un pedazo de fuerza.

-Cállate por favor... vete...

Ese día en el que no pudiste evitar lo predecible, tenias que actuar y salvar a tu pequeño hermanito. -Susurro su voz.


-¡No le hagas daño a Kookie! -grito el castaño metiéndose entre medio de ese hombre ebrio quien era su nuevo padrastro, quien quería golpear al pequeño bebe que lloraba y berreaba en la cuna por el escándalo.

-Aléjate. -Lo Empujo aquel hombre fuertemente pegando en el costado de la cuna, la mujer que se hallaba en el suelo con moretones y viendo la nada misma mientras lloraba lentamente y tocaba sus hombros.

-¡No, no le lastimes! ¡Mama! -grito llorando en pánico, volviendo a ponerse entre aquel hombre.-¡Ayúdame! ¡Kookie!

El hombre levanto la botella de licor y golpeo fuertemente en la cabeza al pequeño castaño, quien cayo al suelo mientras su cabeza sangraba un poco.

De alguna fuerza logro sacar para que se levantara con las pocas fuerzas que le quedaban y golpeara con un vidrio al hombre en la espalda antes que tocara a Kookie.

-¡Maldito mocoso! -dijo el hombre sacando el vidrio incrustado de su hombro sangrando bastante. Acercándose de manera amenazante a tae.

-¡Mama! ¡Ayúdame! ¡Mama! -grito el pequeño mientras era tomado del brazo por aquel hombre. -¡Me harán daño mami! -Lloro pero la mujer solo sollozaba en el suelo viendo la nada misma -Por favor, ayúdenme.... ¡No quiero que me hagan daño! -Lloro mientras se agarraba de las paredes y era fuertemente agarrado por el hombre.

El bebe lloraba estirando sus manitas arriba mientras buscaba el calor de alguien la noche era demasiado fría para el pequeño que escuchaba gritar y llora a muchas personas a su alrededor.


-Jimin dale un poco de sopa a Tae Tae mientras busco una cobija mas suavecita ¿si bebe? -dijo La enfermera.

Jimin asintió acercándole la cuchara con sopa calientita a Tae.

-Di 'A' -Dijo con una voz suave. Tae lo hizo sin mirar a Jimin esperando la sopa la cual Jimin le dio. -Eso es TaeTae...

-Aquí esta. -dijo la enfermera entrando con una cobija blanca que tenia conejitos de bordados suaves. La puso sobre Tae Tae y luego dio un beso en su cabecita.

Viendo la taza vacía sonrió y le dio un besito a Jimin quien sonrió y se acerco a Tae para tocar sus frías manos.

-Cuando estés bien, vamos a ir al mar... -dijo sonriendo.


El pequeño Tae Tae lloraba bajo el chorro de agua de la bañera. Su ropa estaba empapada, sus labios estaban morados, su piel pálida, temblaba y se hacia pequeño en una esquina de el baño, mientras abrazaba sus rodillas y se movía frenéticamente de adelante hacia atrás negando con su cabeza.

-No... ¡NO! ¡Ayudenme! -Grito ahogándose con su propio llanto mientras rasguñaba las paredes del baño sus nudillos tenían sangre de luchar y pedir consuelo que era la prueba de que estaba sufriendo realmente. -Mama no quiero sentir dolor! Quitame esto... me duele.

Su corazón estaba empezando a acelerarse, y se sentía mas mareado. Vomito un par de veces por el pánico que sentía, ahora estaba tratando de quitarse la suciedad que sentía que le picaba y ardía su piel. Si, se sentía sucio, lastimado, roto, pero seguía pidiendo consuelo.

El silencio era tan estresante y a la vez relajante, sus dientes rechinaban del frió mientras que trataba de ponerse de pie, pero un dolor punzante venia a el, tan doloroso que no quería moverse para nada. Dio un gemido de dolor....

-Kookie... -dijo llorando chillando débilmente sus ojos eran dominados por una neblina tornándose negra, cerrándolo lentamente, mientras perdía fuerzas con cada latido que punzaba en su corazón. le dolía.

'La señora Park lo encontró inconsciente en la bañera'

'La Señora Park encontró al pequeño Kookie llorando en una de las canastas de ropa sucia, posiblemente llevo un día total sin comer'

'La señora Choi no fue encontrada'

'El señor Soo fue hallado intoxicado en uno de los cuartos de la casa, según la policía ingirió 'Desinfectantes de casa' y entre ellos Cilicona seca en la garganta.


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