Amor Por Casualidad

16 (Narrado/Mensajes)

Gabriel

Estaba recostado, mirando al techo, sin prestarle especial atención al mismo, los sonidos del grillo y el reloj se conjuntaron en mi cabeza y no me permitían analizar con detenimiento la situación, mi mente daba vueltas y divagaba pensando en Emily.

Me levanté y accione el interruptor de la luz para apagarla y así, en medio de la oscuridad, pudiera pensar un poco; como era de esperarse, la ausencia de luz (o por lo menos no tanta luz) me permitieron adentrarme en lo más profundo de mi mente y analizar todo para llegar a una conclusión.

“Ella me besó, y es raro porque me odia, pero no lo se, tal vez le guste, o no… bueno…. Quien sabe”

Revisé mi celular al hacer una pequeña pausa en mis pensamientos, tenía un mensaje nuevo de Emily (lo cual era extraño porque estaba en el hospital)

Cuando le mandé el último mensaje ya no respondió… solo me dejó con una duda enorme, la verdad y sin mentir estuve como 20 minutos viendo el chat con cara de perturbado, surgieron diversas dudas respecto a lo que había pasado:

-¿Porqué la mamá de Emily le entregaría su celular si está en el hospital?- Dije en voz alta haciendo que el eco de mi voz resonara por toda la habitación.

-¿Porqué tan seria y cortante si ella no es así? ¿Será algo importantemente fuerte que le haya pasado? Y lo más importante…- hice una pausa para respirar- ¿Qué quiere hablar conmigo?

Respiré profundo, cerré los ojos un momento, los abrí y todo era diferente:
Estaba sentado en una cama individual, con sábanas blancas y cobijas color beige, todo a mi alrededor era blanco, no lograba ver a más de 5 metros de distancia, lo que lograba ver era blanco, lo primero que se me ocurrió hacer fue levantarme y caminar un poco, tal vez encontraría algo, di un paso y todo cambió a color negro, algunos objetos se lograban distinguir de otros, era como una clase de calle del siglo anterior, solo que con la combinación de los colores negro y rojo, algo muy característico era un poste de luz color rojo y la punta amarilla así que me dirigí ahí.
Mis sentimientos eran extraños, no era miedo, sino más bien era como emoción así que fuí en dirección al poste un tanto excitado. Mis pasos eran lentos y firmes, temblaba de nervios, mi corazón latía rápidamente mientras veía ese poste más cerca... de pronto escuché una voz, era una voz fría, macabra, extraña pero la reconocí de inmediato:
-Gabriel, ayúdame, no puedo salir de este infierno, se que eres el único que me puede ayudar, tengo unos días de vida, solo un par de días, ve al hospital mañana por la mañana, me darán de alta.
-¿Emily? ¿Donde estás? Voy por tí.
Di media vuelta para regresar a la camilla en donde había despertado recién y ahí estaba ella, Emily.
Sus ojos no tenían expresión alguna, su boca tenía una ligera sonrisa torcida y su piel era completamente pálida.
-Aquí estoy, nene; hazme un favor, mata a Jack, el es el causante de todo, y también a Jessica... no me da buena espina... ¿Tienes alguna duda, cariño?- su voz sonaba como la de un robot pero mucho más tétrica.
-Tu no eres Emily, solo eres un efecto creado por mi imaginación.
-Hasta luego amor- Dijo y, en un movimiento rápido, tronó los dedos y desapareció.
-Ahg ¿pero que?...-Mi vista se nubló y quedé inconsciente.
Desperté, mi cabeza dolía, observé todo; mi cama, mi estante, mi celular, todo estaba ahí:
-Ahg, solo fué un mal sueño- Dije y tomé mi teléfono:

Ja! Irónico, justamente tuve un sueño donde Emily me decía que la ayudara a salir de ahí, no soy mucho de levantarme temprano los domingos pero iré, todo sea por ella.