capítulo 2

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Después de unas clases aburridas para cierto pelirrubio, se encontraba esperando a su gatito a la salida del salón, no se pudo sentar a lado de su gatito pero por lo menos lo tenía ahí a solo unos metros de él.

Gumball guardaba sus libros, algo nervioso sentía la mirada de ese chico rubio en el, movió su colita algo inquieto, al terminar salió pero el pelirrubio le habló.

- Gatito~ ¿te ayudo con tus libros?- pregunta el mayor,sonriendo.

- eh...ah..yo..¿si? - dice el menor, nervioso, el mayor toma los libros que gumball tenía en las manos y los lleva, el menor comienza a caminar hasta su casillero, su hermano Darwin se había ido con su cita secreta así que tendría que ir se solo. Guardo lo que no tenía que usar.

- gracias..uh..- el pequeño se sonrojó puesto que no había puesto atención cuando el rubio se había presentado

- Hot..Dog..- el mayor sonrie y acaricia la mejilla del menor.

-..Yo me tengo que ir - dice el menor, toma los libros que el mayor sostenía y se fue corriendo.

El mayor sonreía, después de ese día habían pasado 3 semanas, donde el rubio "acosaba"al gatito, el cual ya estaba hasta los cojones.

Cierto día, rubio y peliceleste estaban en un salón, el peliceleste tenía una mirada entre seria y avergonzada. El rubio lo miraba con una sonrisa.

- Escucha Hot Dog basta!...ya..ya no soporto tus insistencias me molestas todo los días, a cada maldita hora, déjame en paz, si piensas que te voy a amar..pues no!! Déjame no quiero más tus malditos acosos..busca a alguien mas por que yo no voy a caer en tus encantos...NUNCA TE VOY A AMAR!- dice el pequeño saliendo del salón, el pelirrubio estaba en shock, pequeñas lágrimas salían de sus ojos.

- si no eres mío.. no seras de nadie..Gumball - dice el mayor sonriendo con perversidad.

Ese día el rubio no entró a ninguna clase, estaba en el estacionamiento esperando a que su gatito saliera, el lo seguiría y vería quienes eran los padres del menor, el tendría a Gumball cueste lo que cueste, y no.. no hiva a asesinar a los padres del menor, solo iba a dejar que Gumball decidiera, ¿el trabajo de sus padres o vivir en la calle sin dinero?
El era el dueño de toda esa maldita ciudad, y todas aquellas empresas le tenían miedo y respeto. Así que no tendría complicaciones.

Al ver salir a su gatito, subió a su auto y lo siguió.
Llegando así a la casa, pudo ver a los padres del menor, así que estos eran.

Se daría un gran gusto presionando al menor, y si elegía la calle, lo secuestraria y lo mantendría encerrado en su habitación

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Se daría un gran gusto presionando al menor, y si elegía la calle, lo secuestraria y lo mantendría encerrado en su habitación. Pero le daría primero un castigo por ser un malcriado. Y claro le diría que se comportara con un buen bebé.
Por qué el pelirrubio era un fetichista y le encanta que le digan papi y con gumball no sería la excepción.

Mi Querido Mafioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora