A veces escribimos y regalamos poemas para que nos devuelvan penas.
A veces damos amor y no nos comparten ni siquiera una puesta de sol.
A veces compartis la cama, crees ver amor en la otra mirada,
en el otro extremo de la almohada, pero no es amor, es vacío.
A veces das todo, crees darlo, pero aún podés dar más,
y te das cuenta que no tenés final, que sos infinita.
A veces a pesar de eso te devuelven mal, te devuelven sinsentido.
Te devuelven amor retorcido y no lo podés entender.
Te explican: "esto es lo que soy, esto es lo que doy"
y crees que está bien, que como es su todo y te lo dan sos afortunada.
A veces confundís eso con amor.
Pero no. No te confundas.
Te duele, esa es la señal.
Cuando duele no hay dudas, eso está mal.
Pero no, seguís, no te frenas ahí.
No lo ves, no lo querés ver, no lo podés ver, no te lo dejan ver.
Vos crees.
Y una vez más sos la princesa del cuento.
Una vez más, a pesar de que tantas veces dijiste: "nunca jamás".
Acá estás.
Sos la princesa ¿Qué más da?
Buscas el vestido, los zapatos y te preparas.
Pensás: "una más y ya está".
Pero sabes que no, sabes que es la número un millón.
Te convences: "sólo esta vez".
¿Cuándo aprenderás a parar?
¿Aprenderás antes de que elijan por vos cuándo será?
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Poemas resfriados o engripados
PoetryA veces lo que escribo se deforma, como consumido por una bacteria, o, algún virus...