Jugando con muñecas | Yaoi/Slash

#1 - "Estulticia"

¡Realmente no entiendo a la gente! siempre, todos y cada uno de los días de la semana me recuerdan lo miserable que soy, y que soy un afeminado solo por mis gustos, ¡Pero ellos no me conocen y no pueden afectarme con su opinión!

Puedo estar un poco grande para esto, y lo sé muy bien, pero que mi orientación sexual sea jugar con muñecas no les incumbe a esos idiotas en lo absoluto,y que yo sea una clase de escoria y burla no tiene nada que ver. 

Porque yo, Nathan Hart, de verdad que adoro jugar con muñecas, y no lo cambiaría por nada.

Y ahora, un miércoles, después de sufrir como acostumbraba y ser la burla habitual por mi linda mochila blanca con imprenta de fresas, caminaba a clase con la mirada gacha y no hacer contacto visual como el ermitaño que soy, porque sin amigos te vuelves un rechazo, al parecer.

— ¡Si te contara! ayer Sophie... 

— ¡Anotó tres goles en el partido de ayer!

— Mamiko-chan es la chica más linda...

Las habladurías de los pasillos alcanzaban a tocarme, pero no me hacían sentir nada en especial, porque realmente no me importa lo que piensen o digan, no concuerdan nada conmigo y mis gustos de preescolar. 

Entré a clase con unos minutos de ventaja, me senté donde siempre y alisté mis cosas, la campana sonó y el resto de la clase se presentó sin falta por el simple hecho de no reprobar, y en parte yo hago igual.

—  ¡Muchachos! Hoy tenemos un nuevo estudiante en nuestra clase, es la quinta vez que lo cambian de salón, y nosotros somos su última opción, por favor todos trátenlo con amabilidad. —  La maestra Jones antes de su lección nos había introducido a un nuevo estudiante, aunque de todas maneras no creo que vayamos a compartir todas las clases. 

El chico nuevo al que la profesora presentó era alto, y su cabello negro en un pulcro corte militar hablaba por si solo, al igual que su oscura vestimenta y su media sonrisa sin energía, él tenía su propia reputación en la escuela, bastante problemático, pero curiosamente perteneciente al club del libro en la escuela. Aunque nunca me preocupé por aprender su nombre. 

— Toma asiento al lado de Marshall, ¡Levanta la mano Marsh! —  La profesora hablaba del compañero a dos asientos de mí por mi derecha, con el del medio estando vacío, porque claramente mencionar mi nombre era digno de una carcajada grupal. 

El muchacho se sentó como si nada, y finalmente la clase empezó, como debería.  

El primer periodo llegó a su fin después de un largo rato, pero he de decir que no me pareció tan cómodo a como solía ser hace unos ayeres, claro que era culpa de ese tipo, sentía su mirada en mí todo el rato ¡Y no estoy exagerando! Incluso cuando lo quise encarar él me continuó viendo, como si no tuviese alma o algo así, debe ser de tanto alcohol que la mente se le volvió mierda. 

Salí del salón y guardé mis libros en mi casillero, que lastimosamente quedaba mucho más lejos de lo que yo hubiese querido, pero la vida no es como quieres, y nunca lo será; Y ahora llegaba el descanso, no había gracia alguna en ir a la biblioteca como un nerd, o a la cancha de soccer que la escuela tiene a quejarme de mi lastimosa vida y llorar en silencio, porque no lo haría, me tengo respeto. 

En cambio, preferí irme a la sala de mi propio club, del cual yo era el presidente, ¿Ya lograron adivinar? ¡El club de las muñecas! 

En el club no hay nadie de mi edad y son solo chicas de cursos inferiores, pero realmente es un espacio de paz y amor en el que puedo compartir, hasta creo que esas niñas son realmente mis amigas, porque el resto del mundo me trata como basura.