Jazmin empezo a entrenar con su tio para poder ir sola en busca de su madre en las profundidades del océano.
Jazmín podía controla los líquidos, podía enfriarlos y podía evaporarlos. Su tío le había dicho que no se lo contará a nadie, pero tuvo que hacerlo.
Habló con sus amigas, que se quedaron maravilladas. Ellas seguían Surfeando y el cabello de Jazmín se volví rosado a causa de la emoción.
Cuando se ponía verde era por desagrado a algo. Cuando estaba azul, Jaz estaba triste. Al ponerse rojo se sentía su furia...
Ella tenía que aprender a controlar también sus emociones, porque si se descontrola, pueden ocurrir cosas malas.
Su tío tuvo que sacarla de la escuela y enseñarle en casa, pero aún así se seguí a viendo con sus amigas.
Un día apareció una foca chiquita en la playa, y se acercó solo a Jazmín, empezó a hablar y ella la entendía.
-Hola Jazmín, al fin has cumplido la edad necesaria!!!-
Al principio Jazmín se asustó y se alejó, pero después se acercó de nuevo y recordó que podía hablar con los peces y animales marinos.
-Hola? Amiguito?-
-Amiguita*- Le corrigió la foca. -Me llamo Kira y fui mandada para buscarte, algo muy maloe esta pasando en Mermaidland. Te necesitamos princesa-
-Que? No soy una princesa, y quien me necesita?-
-primero, si eres una princesa, tu madre Clarice es la reina de Mermaidland, segundo, te necesitamos, un mal se está formando en el fondo del océano y la oscuridad está consumiendo todo!!-
-Wow, espera le digo a mi tio-
Jazmín salió corriendo a avisar a su tio, y este le dio el permiso para irse con Kira a salvar el oceano.