Prólogo

143 5 8
                                    

(Recuerdo)

Era una pequeña tarde de 1929, el circo llegaba a un pequeño pueblo cerca de la frontera Inglesa e Escocesa, todos en el pueblo miraron con asombro, los mas animados y llenos de alegría eran los niños, ya que esta era su primera vez al ver un circo.

Varios días después
Habían afiches pegados en las calles, el Maestro de ceremonias del circo decía en voz alta a todo el mundo: -¡Vengan acerquense para ver el mayor espectáculo de toda su vida!

Los niños reían de alegría y pedían a gritos a sus padres que los llevasen ya que nunca habían ido a uno, los padres accedían gustosos para pasar un tiempo en familia.

Un par de horas después todas las familias estaban asombradas por los magníficos actos que hacían la gente del circo, desde un hombre traga sables hasta los domadores de animales. El acto final era de un hombre pálido, delgado, alto y mal afeitado, su acto era un espectáculo de marionetas de madera las cuales a la vista de los niños eran un poco aterradoras, pero para algunos de los padres era normal ver esos modelos de juguetes.

En eso una niña del publico le dice a su madre vámonos mamá esas marionetas dan miedo, al oír eso algunos de los padres vieron que a sus hijos les daba un poco de miedo y decidieron retirarse de sus asientos antes de que empezara el acto. El Titiritero al ver eso dio un grito desesperado por convencerlos: -¡Esperen!, ¡por favor! no vieron el acto no sabrán si les gustara.

La madre de la niña que se había asustado hablo de una manera protectora: -Esas cosas dan miedo a los niños. Luego de eso escucho a algunas persona diciendo que eran un poco aterradoras y que no es algo que deberían ver los niños. El Titiritero vio como todo el público se estaba alejando de sus asientos entonces en ese mismo momento les propuso un trato improvisado al público para que el pueda mantener su trabajo en el circo, estuvo hablando con el público con un tono dudoso preguntando de una forma tímida: -Que tal si puedo hacer que dejen de ser menos aterradoras así no habría problemas.

La madre vio a su hija que se vía menos asustada por la idea decidió responder con un tono de seguridad: -sí eso estaría bien así los niños no sentirán miedo al estar cerca de ellas. El Titiritero de forma nerviosa dijo: -Gra...cías, muchas gracias.

Así que empezó haciendo diferentes tipos de marionetas, cada noche hacia una marioneta diferente pero por desgracia al público no le encantaba del todo ya que habían dejado de ser aterradoras pero su falta de expresión en los rostros tallados era lo que hacia al público quedarse incómodos en sus asientos. Al final el titiritero estuvo hablando con el maestro de ceremonias del circo diciéndole de manera persuasiva que le de una oportunidad más y que el empleo es lo único que tiene.

El maestro de ceremonias le respondió con un tono Comprensivo: -Esta bien, le daré una oportunidad, pero que sea la última. El Titiritero al momento de salir de la carreta en la que estaba hablando, vio a la niña asustadiza jugando con una muñeca de trapo jugando cerca del circo.

El Titiritero había pasado varias noches sin dormir, no quería perder su empleo así que al ver eso se preguntaba en su mente, que tal sí esta vez hago una de trapo y que sea mucho más humana de lo que eran las anteriores.

Se acercó donde estaba jugando la niña y la llamo, la niña asustadiza se acercó sin saber que era para decirle que él quería que ella fuera la primera persona en ver su nueva marioneta y que ella le ayude. La niña acepto y decidió ir con el, pero ella un poco temerosa respondió: -Debo ir a contárselo a mi madre para ver si me da permiso.

El Titiritero le dijo que no era necesario ya que si todo saldría bien ella le ayudaría en el acto y su madre estaría encantada de verla allí. La niña confiada decidió ir con él sin pensar en las consecuencias que podrían haber.

Esa misma noche el titiritero al fin hizo su acto, pero esta vez sin que la niña estea en el público y tal como le prometió a la niña, el estaba en el escenario con una muñeca de trapo de color rojo con cabello oscuro, unos botones Verdes en los ojos, pero esta tenía la boca cosida un gesto de tristeza y medía 1 metro, él la llamaba sad-girl. Después del acto agradeció a todos y se fue del escenario sin decir algo más.

El Presentador lo buscaba por todos lados por el rotundo éxito que había tenido en la noche, pero no lo encontraba hasta que entro a su camerino y vio una escena sangrienta desagradable por todo el suelo y al voltear lo vio. Vio al titiritero muerto, se había ahorcado con una soga tejida hecha de lana y unas cuchillas clavadas en toda su espalda junto a su lado la muñeca de trapo ensangrentada y con una sonrisa cosida en el rostro.

El presentador asustado llamó al alcalde trayendo a los policías del pueblo, a las pocas horas la gente supo que el titiritero fue asesinado y que no se había suicidado. El presentador asustado dijo a la policía: -¿Quién podría hacer algo como esto?

Después de eso el maestro de ceremonias decidió que el circo debía irse del pueblo porque no estaban seguros de si el asesinó iría por el circo, se fueron dejando abonando el cuerpo del titiritero y la muñeca de trapo que hizo. Conforme el circo se alejaba, un hombre los miraba con la muñeca de trapo la cuál es tomada por el sujeto mientras que sostenía en sus manos un extraño libro de cuero negro con un pentagrama.

(Fin del recuerdo).

MiseriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora