Ahí
frente a la pizarra,
estabas tú, perfecto,
de mirada rígida y que encanta, pronunciando tú nombre hacía todos. Desde ese día nunca más, te he visto de otra forma que no sea con amor.
Te encontré...
Ahí
frente a la pizarra,
estabas tú, perfecto,
de mirada rígida y que encanta, pronunciando tú nombre hacía todos. Desde ese día nunca más, te he visto de otra forma que no sea con amor.