La Vida Perfecta

                                                     Capitulo 1: Los planes de la vida empiezan.
El 14 de Abril del año 2000 nació en tulum una hermosa niña, de padres adinerados y trabajadores, que uno provenía de España, y la otra de México pero ambos tenían un ego que llegaba hasta el Olimpo; y al mismo tiempo en la Ciudad de México nacía un niño, de padres trabajadores totalmente mexicanos, pero a diferencia de los padres de la niña, ellos son humildes.

Al transcurrir el tiempo los niños fueron creciendo, formándose, y educándose; los niños vivían en círculos sociales completamente diferentes, sus padres de la niña procuraban que se rodeara de niños con padres exitosos, pero esos niños eran groseros y mal educados, la niña no era realmente feliz, solo trataba de encajar con ellos, y al tratar de encajar con ellos, terminaba llorando todas las noches bajo su almohada, lamentándose tener padres tan poco interesados en la felicidad de su propia hija; por otro lado los padres del niño procuraban que se llevara bien con los otros niños del barrio, era muy juguetón, y al final de cada día el niño se iba a la cama con una gran sonrisa.

Estos niños tenían unas vidas comunes, con problemas comunes; al haber transcurrido el tiempo y haber cursado el jardín de niños, primaria, y secundaría, los dos decidieron ir a la media superior para poder ser alguien en la vida, el niño, que ya no era un niño y se convirtió en un joven, maduro, sociable, expresivo, pero sobre todo correcto; de tez clara, con una complexión delgada, pero atlética, de 1.72m, con unos ojos grandes de color café, tan claros, como un dulce café, con un cabello no muy largo, negro y sedoso, con una sonrisa que hipnotizaba, con una característica bastante particular, su cicatriz en su ceja izquierda, y en su sonrisa, dos colmillos muy afilados, pero lindos, un joven con un aspecto muy masculino; y la niña se terminó por convertir en una chica, muy atractiva, de 1.70m de tez blanca, con un hermoso cabello lacio y castaño, de ojos grandes, de color miel, que parecieran, que fueron bañados en miel y después con oro, con una complexión delgada pero muy sexy, con una hermosa sonrisa, de labios gruesos y carnosos.

El primer día de clases los dos jóvenes asistieron a la misma escuela, de salones diferentes, pero del mismo año, al joven no le costó trabajo encontrar amigos, pues el es un chico muy sociable y carismático, por otro lado, la chica no sabía con quien hablar, ya que al no haber nadie de su escuela, no sabía cómo tratar con los demás, así que el primer día se sentó sola, y solamente quedaba un lugar en medio, y por su gran belleza, se convirtió rápidamente en el centro de atención, lo cual le resultaba muy incomodo, porque todos la miraban pero ni si quiera le hablaban, al finalizar las primeras horas de clases sonó la campana que indicaba el receso, y de nuevo, sola, hasta ese momento las clases no iban tan mal, claro, haciendo de lado las miradas de todos en su salón de clases, y al finalizar el receso fue corriendo a su salón, y al dar vuelta en un pasillo, choco con el joven, fue tan fuerte el impacto que los dos cayeron de sentada, la chica de inmediato con los ojos cerrados se toco la cabeza, ya que el impacto hizo que se mareara, el joven se levantó, y volteo a ver a la chica, de inmediato le extendió la mano para que se pusiera de pie, e hizo una pequeña sonrisa, ella abrió los ojos y volteo hacía arriba, se quedaron viendo fijamente el uno al otro sin moverse, el chico nunca había visto unos ojos tan hermosos, y la chica nunca había visto una sonrisa tan sincera.

Y el chico preguntó...

-¿Te-te encuentras bien? Y ella respondió igual de titubeante.

-Cl-claro. Seguido de regresarle la sonrisa.

Ella se puso de pie y salió corriendo, y el chico vio como el hermoso cabello de la chica se movía, se quedo ahí parado, como si lo hubieran petrificado, de repente escucho unos pasos y recordó que tenía clase, y salió corriendo hacía su salón.