¿Y si el destino se equivocaba?.
Eso se pregunto Derek, al encontrar a su destinada. «Yo no quiero esto». Se había susurrado.
Y no, no lo quería... el quería a Stiles.
Había pasado meses junto a Stiles y, aún que el destino puso a la persona, que se supone nació para el, en frente de sus ojos. No la quería.
¿Se equivocaba?, evidentemente, pues estaba rechazando al supuesto amor de su vida. Y no le importaba.
Por que el paraíso sin Stiles, no era paraíso.
El amor, sin Stiles, no era amor.
¿Y qué importaba, si se supone que nació a la medida de otra persona?, el elegía a Stiles.
El desafiaba al destino.
El elegía.
Si su madre estuviera viva, lo mataría, por ser tan obstinado, tan rebelde. Rechazando a su supuesta alma gemela. Amando al alma gemela de alguien más.
¿Y si la persona destinada a Stiles apareciera?, ¿Y si Stiles lo dejaba por quién era su otra mitad?.
Aún así Derek no sentiría arrepentimiento de a verlo elegido.
El quería estar con Stiles, ¿Y no se trataba de eso?, ¿el amor no trataba de querer, demasiado a una persona?.
Que se joda el destino. Derek ya tenía a su alma gemela y no necesitaba de una estúpida marca, para amarlo.
Muchos le creyeron loco, otros tantos se indignaron. Pues habían miles que deseaban conocer a su otra mitad y Derek simplemente la había rechazado.
Braeden, por su parte, se sintió sorprendida. Al ser su destinada, creyó tener el juego echó. No contó con tal rebeldía al destino.
No iba a mentir, le dolió, lloró por tal dolor. Pero un día se levantó y sintió la gracia de tal asunto.
Río ante tal locura y luego deseó, con gran anhelo, encontrar a alguien como Stiles, alguien que la haga desafiar todo orden natural.
Algo sin límites.
Y quizás no la encontraría, quizás Derek vendría a ella, pues se supone que las almas gemelas hacen eso.
O quizás no.
Pero por alguna razón, no lo sintió un problema. Se sentía libre, como un peso que ya no debía cargar.
El destino se volvía incierto antes sus ojos, no había claridad en el futuro y lo sintió con, sorprendente, feliz ansiedad.
Estaba felizmente ansiosa de vivir.
De elegir.