Amando en Nochebuena

Amando en Nochebuena

Por Zalvation
Publicado el 1 de junio de 2014

Se dice que es en San Valentín donde mejor se ama, pero la verdad, yo pienso que el mejor día para amar son los 365 días del año. Y a veces 366 días cada 4 años.

Pero por costumbre de fecha, pues diré que es hoy, un 24 de diciembre. Hoy será el día en el que me declare a Alice, porque además de ser Nochebuena, es su cumpleaños número dieciséis.

La pregunta es, ¿desde cuando decidí que sin ella no puedo vivir, que sin su presencia no me enfoco a la vez que me desenfoco, y que sin sus palabras me pierdo en este mundo cruel? Pues, la verdad ni me acuerdo, no sé ni cuando empezó. Lo que tengo registrado es que llevo bastante tiempo enamorado de esa hermosa chica castaña de ojos verdes.

Como decía, hoy me le voy a declarar, le diré todo lo que tengo escrito en mi pecho. Que la amo, que la quiero, que es mi firmamento y mi suelo... ¡Deséeme éxito! Porque la verdad soy muy desconfiado de mí mismo...

- ¡Joseph! Baja ya, llegaremos tarde. - esa es mi hermana mayor. - Ya papá y mamá se fueron hace rato a la fiesta.

Y sí se preguntan, iremos a la casa de Alice a celebrar los dos eventos de importancia.

- ¡Ya voy, Vero! - le contesto bajando con rapidez las escaleras.

Mi hermana solo sonríe al verme, ella tiene 19 y su nombre es Verónica. Debo mencionar que ella sabe de mis sentimientos por la mejor amiga que siempre jamás he tenido. Al igual que debo notificar que ella sale con el hermano mayor de Alice, Viktor.

¡Qué ironía!, los hermanos Honer enamorados hasta la muerte de los mejores amigos de cada uno, los hermanos Evans. ¿Mencioné que estudiamos cada uno en la misma escuela y que somos vecinos? ¿No? A pues, ya lo saben, Alice y Viktor viven frente a nosotros desde hace más de 15 años.

- ¿En qué piensas, enano? ¿No me digas que en la forma de que Alice caiga en todo los muérdagos para poder besarla toda la noche? - ríe mi hermana rubia (artificial, para molestar) mayor.

- No la verdad. - respondo con una sonrisa de lado. - Yo no sigo tus ejemplos, hermanita. Sabes que no es bueno robarse tus ideas, ya que siempre fallan en el intento.

- ¡Pequeño insolente! - me regaña mi hermana de hermosos (no le digan que lo pensé) ojos azules. - Ya verás cuando me pidas ayuda para conquistar a Alice.

- Pues, me ayudaras. Es parte de ti no poder evitar lo costilla y meterte en los amoríos de los demás. - sonrío con arrogancia a la vez que salgo corriendo por la puerta principal.

- Pobre Alice, lo que se ganará en unos momentos. - niega con su cabeza mi hermana al mismo tiempo que me alcanzaba y alborotaba mis rubios cabellos.

- ¡Oye! Me tarde peinándolos, ¿sabes? - me quejé con falso enojo.

- Lo sé, enano. Siempre te tardas horaaaasss "peinándote" para lucir bien frente a Ali. - con burla me vuelve alborotar mi cabello para luego tocar la puerta de nuestros vecinos.

En momentos como estos es que me arrepiento de haberle contado de mis sentimientos por la chica de hermosa sonrisa y brillantes ojos. Pero rápidamente desecho el pensamiento ya que mi hermana lo sabía incluso desde antes que yo me cuestionara de mi nerviosismo frente a mi mejor amiga.

- No molestes, que tú te tardas siglooosss en vestirte para ver a Vik. - le devuelvo la burla fingiendo imitarla con una vocecita melosa.

- Es diferente, yo soy mujer y siempre quiero estar hermosa para mi dulce novio. - me contesta mi hermana sin notar que la puerta fue abierta.