Capitulo VII: Mereedith

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Era hora de ducharnos y cuando llego mi turno un chico calvo gordete y grandote se me acercó.
-¿Que quieres grandote?
-TE QUIERO MATAR.
Dijo en voz alta.
-¿Por... Por que?
Pregunte un poco nervioso.
-¡Ayslinn es mía!
Dos chicos me agarraron por los brazos el el grandote me empezó a golpear con los puños.
-Ayslinn es mía
Repetía muchas veces mientras me golpeaban.
Llegó un policía al cuarto de ducha y golpeó al grandote con su arma. Los otros dos salieron corriendo.
-Lo dejaste inconsciente.
-Si, es lo único que funciona con Bernardo.
-Salte de aquí muchacho.
Me fui todo golpeado y con moretes.

Ya era de noche. Me fui al almacén y saque mi celular.
Ha la muchas aplicaciones, las básicas. Teléfono, galería etc.

Estaba la aplicación de los mensajes. Me metía a la aplicación y ahí venia el número de mamá y el de papá.
Decidí enviarle un mensaje a mi madre.

                        Mamá

*Mamá.
                                         Hijo!*
*Ven, visitame.
                                         Pero...*
*por favor.
                                          Ok*
Bien*

    

Use el flash para iluminar bien, seguía en el almacén. Decidí ir para las escaleras que había encontrado antes.
Ilumine mientras bajaba. Olía feo. Como si hubiese cuerpos putrefactos.

Ilumine.
-¿Que carajos?
Vi a lo lejos una bolsa colgada.
-Es un cuerpo.
Pensé rápidamente.
Era un pasillo. Al fina estaba la bolsa colgada. A la derecha había tres puertas, todas cerrada y a la izquierda había dos, la cual una de ellas estaba abierta.
Entre a la primera puerta de la derecha. Estaba todo oscuro, ilumine y había un escritorio y una silla. Parecía como si fuera el cuarto del director.
Abrí un cajón y lo único que había era una lampara. Cargada por supuesto.
Me salí de ese cuarto y entre al de alado.
-Mierda, que feo huele.
Dije desesperadamente y cubriendome la nariz con la camisa.
Me salí y cerré la puerta, no quería entrar a ese cuarto me daba asco.
Entre al tercer cuarto de la derecha.
Entre y pise algo. Sonó como si hubiera pisado cristal.

Apunte la lampara para abajo. Era una muñequita de porcelana. (Aclarar que me daban mucho miedo ese tipo de muñecas)
La rejunte y la metí en mi bolsillo.

Subí a mi cuarto esperaba que los policías no se dieran cuneta de que no estaba.

FILE  (By haiErn3zt) /pausada/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora