7.00am, Viernes. . Desde mi habitación puedo oir a mi madre preparar todo.
- ¡Alice! ¿Estás despierta?
- ¡Sí, mamá!
Como todas las mañanas bajo a la cocina a desayunar. Tortitas. Típico desayuno, que nunca puede faltar.
- Buenos días.- le digo a mi madre mientras le doy un beso en la mejilla.
- Buenos días cariño, ¿qué tal has dormido hoy? - me responde ella dulcemente.
- Genial, como siempre...- le contesto.
Antes que nada, voy a empezar presentándome. Mi nombre es Tengo 16 años. Vivo en un pequeño pueblo de California junto a mi madre Anna, y a mi padre Richard. Tengo poco que contar, mi vida no es muy interesante. Soy rubia y alta, de ojos marrones verdosos. No es que odie mi vida, pero digamos que no estoy del todo contenta con ella. No tengo amigos, solo conocidos con los que mantengo conversación en las clases y recreos. Me atrevo a decir que si algún día desaparezco del mundo, nadie me echaría de menos. En mi instituto me conocen como 'la rara'. Si, la rara. Salgo poco de mi casa y piso pocas fiestas, cosa que a los jóvenes de ahora les encanta. Mis notas son excelentes y mis padres están orgullosos por ello. Nunca he tenido novio. Se podría decir que todavía sigo esperando a mi príncipe azul, pero como véis no llega. Pienso que mi príncipe no viene en un corcel blanco, sino en una tortuga, y creo que es por eso por lo que tarda tanto en llegar. Seguro que vosotros tenéis ese lugar mágico en el que os sentis agusto con vosotros mismos y os notáis queridos, ¿verdad? El mio es Twitter. Pero no mi twitter personal, no. Es un twitter en el que nadie sabe que soy yo, y eso es lo que me gusta. Puedo desahogarme y la gente me 'escucha' y me apoya sin importarle mi físico. No puedo pasar un día sin conectarme a Twitter, o como yo lo llamo a Twittah. Amo la música, es una de las pocas cosas que tengo para desahogarme.