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Jung Hoseok amaba a Min Yoongi. El sentimiento era recíproco.

Y es qué, ¿quién podía resistirse a los encantos de Hoseok? era simplemente perfecto; su actitud, su sonrisa, su voz..., Todo era simplemente perfecto en Hoseok.

Yoongi tenía sus virtudes también, pero eran bastante escazas en comparación a su novio..., O al menos eso era lo que pensaba. Él no era tan amable cómo Hoseok, tampoco sonreía a menudo y medio mundo odiaba su carácter. 

Su madre muchas veces había dicho que moriría sólo con esa actitud y Yoongi siempre había estado de acuerdo con ello, por eso muchas veces creyó que seguía dormido cuándo al abrir los ojos por las mañanas Hoseok estaba cómodamente acomodado junto a él.

Yoongi no entendía porqué Hoseok se había enamorado de alguien cómo él.

"¿Por qué no lo estaría?" 

La respuesta de Hoseok lo había desconcertado, pero no fue necesario preguntar más cuando sonrió y tomó su rostro para dejar un suave beso sobre sus labios. 

Hoseok lo quería así y punto.

Cuándo el aniversario de su noviazgo llegó Hoseok optó por comprar un libro para Yoongi; sabía que el mayor amaba la lectura y creyó que un libro sería un buen regalo. No fue problema escoger uno, conocía demasiado bien los gustos de su novio y sabía exactamente que tipo de libro llevar para hacerlo feliz.

Fue un total éxito; los ojos de Yoongi se iluminaron por completo y una hermosa sonrisa adornó sus labios cuándo tuvo entre sus manos aquel libro que había buscado por un largo tiempo.

Quizás, sólo quizás, Hoseok se arrepentía de haber obsequiado ese libro. Porque, dios, ¡ese jodido libro se había llevado completamente la atención de su novio! Lo entendía, el amor por los libros que Yoongi tenía podía llamarse una obsesión. Los besos, abrazos, caricias y sonrisas habían pasado a segundo plano, Hoseok no encontraba la manera de llamar la atención del pelinegro una vez más. 

No había forma.

Simplemente Yoongi no era capaz de hacer a un lado ese libro.

La idea de esconderlo unos días cruzó su mente unos segundos, unos muy pocos, pues Hoseok jamás se atrevería a privar a su pareja de algo que realmente amaba. 

Simplemente esperó, tomó asiento junto a Min en el sofá de la casa que compartían, totalmente en silencio, con la sola intención de acompañar a la persona que más espacio ocupaba dentro de su corazón.

Cuándo las gotas de lluvia comenzaron a golpetear una tras otra el techo de la vivienda Yoongi salió de su mundo y sintió la respiración de Hoseok a su lado. Sonrió con dulzura, dejándo el libro sobre la mesa ratona que había en la sala antes de levantarse e ir por una manta.

Preparó una taza de café, y una vez de vuelta al sillón con cuidado movió a Hoseok hasta que este quedara recostado en su regazo sin despertarlo, con las mantas lo cubrió con cariño y con la luz de la lámpara iluminando por todos lados prosiguió su lectura hasta altas horas de la mañana.

Cuándo los rayos de sol hicieron su aparición a tempranas horas de la mañana Hoseok abrió los ojos. Se incorporó un poco, Yoongi dormía a su lado aún a mitad de la sala. Sonrió cuándo al observar el libro cerrado sobre la mesa, el marcapáginas estaba sobre la portada del libro marcando absolutamente ningún punto a continuar.

Es el mejor libro que he leído en años. — al escuchar la suave voz de Yoongi a su lado de inmediato le miró y dejó un vasto beso en sus labios, — Tengo un vacío existencial en este momento.

Compraré otro para ti, ¿Está bien? — el azabache asintió con lentitud, cerrando los ojos mientras recargaba su cabeza en el respaldo del sillón con cansancio, — Te dolerá el cuello si duermes allí.

Es demasiado trabajo levantarme y caminar hasta la habitación, sobreviviré — Hoseok soltó una pequeña risita. Levantándose pasó una de sus brazos por los hombros de Yoongi y el otro trás sus rodillas, cargándolo con cuidado hasta la habitación que ambos compartían.

Min no se negó, simplemente se aferró al cuello de Hoseok y dejó descansar la cabeza en su pecho, volviendo a dormir con la fuerte sensación de protección que le entregaban los brazos de su esposo.

Ambos cayeron sobre la cama matrimonial dentro de una de las habitaciones cuándo el pelirrojo ya no pudo sostener el peso del mayor. Yoongi bajo Hoseok, aún sin separar las manos de su cuello, plantó un necesitado beso en sus labios que de inmediato fue correspondido.

Podía sentir lo sediento de amor que se encontraba Hoseok. ¿Qué podía hacer? Él se encontraba igual, su obsesión por los libros siempre lo había obligado a olvidarse de todo lo demás. Jamás había deseado tanto algo cómo ahora lo estaba por ser amado por Hoseok.

Ámame, por favor — pidió una vez se separaron para tomar aire, — Házme sentir que me amas, Hoseok...

El pelirrojo dejó un suave beso en su frente, en la punta de su nariz y finalizó en sus labios. Un beso que fue suave en un principio y con el pasar de los segundos se transformó en uno mucho más apasionado, lleno de amor y anhelo.

Porque los “Hazme sentir que me amas” de Yoongi eran iguales a los “Hagamos el amor, Hoseok”. Ambos necesitaban sentir al otro, necesitaban recordar lo mucho que el otro lo amaba y las palabras no eran suficientes para expresar los sentimientos.

Te llevaré a Hong Kong, bebé.

💚💛💚💛💚

Sexo mañanero jojo 🌚
Ains xd

No me sale lo romántico pero, no sé, me gustan escribir este tipo de situaciones (?) Es tan lskdkd

Gracias por leer ❤

💛Sarang💛

❝ ¡Ámame! ❞ 💛 Hopega ↪One Shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora