Prólogo.

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Seúl, Corea del Sur.              

8:00am.

-Tn... ¿estás segura de esto? -Ga Young me miró para volver a poner sus ojos en la enorme mansión frente a nosotras.

Suspiré pesadamente y la miré con ojos entornados.

-Por enésima vez, si lo estoy, ¿de acuerdo? -Resoplé apretando el agarre de mi maleta.

-Bien, procura no dejar tus toallas sanitarias a la vista de los engendros menores. -Bromeó mirándome divertida, ¿y esta qué?

Gruñí molesta por aquel comentario. -¡Ni siquiera les diré cuando tenga la regla!

Ga Young estalló a carcajadas y se despidió de mi, deseandome mucha suerte y que aquella familia adinerada no me chupara el alma según ella. A veces veía tantas películas de terror que estaba comenzando a creerse todo.

-Bien, Tn___, tú puedes. -Me animé a mí misma antes de acercarme a la gran puerta de madera.

La mansión Oh era bastante impotente, por lo que me daba algo de miedo conocer la familia que habitaba allí. Mi madre fue la nana de los niños Oh cuándo era más joven, ahora que yo tenía dieciocho le pareció la oportunidad perfecta para que yo la reemplazara.

Lo que nunca dije, es que estaba  muerta de miedo.

Toqué el timbre y en segundos una muchacha me había abierto la puerta, a esto llamo yo un rápido servicio al cliente.

-Buenos días, ¿es usted la joven Kim? -Me preguntó la mujer con una amable sonrisa.

Yo asentí con la cabeza sin poder emitir palabra alguna.

-Perfecto, pase que los señores la esperan.

Asentí y me adentré en la hermosa mansión, por dentro era mucho más preciosa que por fuera. De nuevo los nervios atacaron mi estómago.

Tranquila, Tn___, si tu madre dijo que es una familia simpática entonces no hay que temer.

O eso creía yo.

-Bienvenida, Tn___, nos alegra tenerte aquí. -Una mujer de cabellos de azabache me abrazó efusivamente, cosa que me sorprendió mucho.

-Gracias... es un honor trabajar aquí. -Dije de manera automática junto con la timidez que me había abarcado.

-Joven Kim, ¡bienvenida! -El que supuse era el señor Suho, me palmeó la cabeza en gesto amistoso.-te presentamos a nuestros hijos, ¡muchachos!

De repente, unas pisadas rápidas hicieron eco en todo el salón. Tragué saliva al saber que se trataba de los niños.

Y en efecto, tres nuevos pares de ojos me veían fijamente.

Una niña de al parecer unos cinco años, de cabello negro me miraba con emoción. Por otro lado estaba un niño un poco más mayor de pelo castaño como el señor Suho, quien me miraba con timidez.

Pero mis ojos se quedaron clavados en al parecer ser el mayor de todos, un chico de mi edad de cabello rubio, con muchos aretes en cada oreja.

Y aquella sonrisa dulce que  iba dirigida hacia mí, como un príncipe salido de un cuento de hadas.

De acuerdo, soné cursi así que me disculpo por los que escupieron arco iris y cagaron flores.

Esa boca, Kim.

Conciencia, haz favor al mundo y cállate.

-Muy bien, chicos preséntense a su nueva nana. -Dijo la señora Oh con una sonrisa.

-¡Soy Yun Mi!, espero seamos buenas amigas. -La niña me abrazó dulcemente las piernas, cosa que me enterneció.

Me coloqué a su altura y besé su frente. -Créeme que lo seremos y jugaremos muchas cosas.

Le sonreí y ella saltó de alegría por lo que le había dicho.

-Yo... soy Yunho... un gusto, noona... -Hizo reverencia y se ocultó detrás de su madre, me pareció muy tierno.

-No seas tímido, espero caerte bien. -Le guiñé un ojo y el niño sonrió ampliamente detrás de su madre.

Mire hacia el mayor que todavía no se presentaba.

-Yo soy Sehun, el mayor de los tres, espero que nos llevemos de maravilla. -Dijo sonriéndome, no noté ningún tono de burla o malicia.

El chico era sincero, y mi corazón latió por su causa.     

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  ^-^ Espero les guste la adaptación

¿Cenicienta? /EXO Sehun / RayitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora