1-6-2014
Me alejé de ti antes. Mientras me alejaba las lágrimas comenzaron a bajar.
Los minutos pasaron y pensaba en ti. Las horas pasaron y pensaba en ti. El día pasó y pensaba en ti. La semana pasó y pensaba en ti. El mes pasó y pensaba en ti. La primavera pasó y pensaba en ti.
Me fui de la ciudad pues no aguantaba tenerte cerca. Mientras me iba las lágrimas comenzaron a bajar.
La primera parada pasó y pensaba en ti. La segunda parada y las horas pasaron y pensaba en ti. Llegué a otra ciudad y pensaba en ti. Llegué al apartamento y pensaba en ti. Los días los pasé sentada al lado del teléfono esperando tu llamada, pensando en ti.
Me enteré de que irías a la ciudad y corrí lo más pronto posible a otra. Mientras te vi en la estación de autobuses las lágrimas comenzaron a bajar.
Los minutos pasaron y pensaba en ti. Las horas pasaron y pensaba en ti, en tu piel morena y tus piernas. Nuestras canciones se escucharon y pensaba en ti. Los días y las semanas y el mes pasó, y yo no dejaba de pensar en ti. El verano pasó y me decidí a superarte.
El día en el que tomé esa decisión no volteé la mirada al verte pasar. Tú me sonreías y yo no le daba importancia. Dejé de interesarme y tú te acercaste, no salías de la ciudad. Mientras te veía buscándome, mi sonrisa comenzó a aparecer.
Los minutos pasaron y volví a pensar en ti. Las horas, los días, las semanas y los meses y yo no dejaba de pensar en ti. Pero todo era grato pues tenía la seguridad en que tú también pensabas en mí.
Terminando otoño yo ya tenía suficientes heridas de otras estaciones. Me prometiste que cicatrizarían si hacía lo que tú me decías. Quería sanarlas contigo e intenté besarte, y tú no me tomaste en serio.
Así que pasó otoño y llegó invierno. Enamorada ya estaba y tú también, pero nunca lo pudiste admitir. Aquella primera llamada del año te dije lo enamorada que estaba de ti, y las estaciones del año en las que pensé en ti. Mientras nos queríamos, nuestras sonrisas no desaparecían.
Pero primavera no es mi estación favorita. Mis heridas de estaciones pasadas no cicatrizaban y tú sólo querías empezar de nuevo. Mientras me alejaba las lágrimas comenzaron a bajar.
Los minutos pasaron y pensaba en ti. Las horas pasaron y pensaba en ti. El día pasó y pensaba en ti. La semana pasó y pensaba en ti. El mes pasó y pensaba en ti.
No te dejo de buscar y alejar a la vez. No soy suficientemente fuerte como para dejar de pensar en ti. No salgo de la primavera, no sé si aguantaré llegar al verano, o si el verano hará todo peor.
Por favor considera la posibilidad de volver a pensar en mí, o me tendrás castigada aquí. Me pregunto ¿Llegaremos a otoño de nuevo o lo que empezó en la primavera terminará en la primavera?
No me mientes a mí cuando dices que no quieres volver a otoño, te mientes a ti.
Piensa en mí también, por favor.