Frunció su delgados labios en señal de molestia al ver al pelirosado coquetear con la peliroja que ella tanto odiaba.
Lo miro detenidamente, su cabello rosa despeinado como de costumbre, su ojos divagaron a esa sonrisa que el siempre tenía, sus hoyuelos eran algo que siempre el mostraba con todos menos con ella.
Por eso lo odiaba, ella odiaba a Sakato Haruno con todo su ser.
— Neee Saki–Teme, ¿Que miras? —La voz chillante de su mejor amiga la saco de sus pensamientos.
— No miro nada Nariko, vamos tenemos clase de Biología —Cerro su casillero para luego irse junto con la Uzumaki, pero no sin antes darle una última mirada al rosado que era el dueño de su corazón sin siquiera saberlo.
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