_ari_ette: "Solo Es Una Amiga" (Deshaciendo El Cuadrado Amoroso) MLB

Capitulo Ocho._ Pesadez Fingida

-Dime al menos que lo pensaras.- Fue lo último que pidió el joven héroe gatuno antes de dejar partir a su amada.

Aquella chica enmascarada tan solo asintió a su petición, incapaz de decir alguna palabra y se fue.

Solo asiente y se marcha no teniendo las palabras correctas que decir, toda su mente se encuentra aún más revuelta de lo que ya estaba entre dos chicos que aparentemente ahora le roban el aliento.

-Tikki- Habla la chica azabache desde su cama, pensando en las palabras que debería decir. -¿Tu... que crees que debería hacer?- Pregunta con su mirada perdida en el techo de su habitación, esperando por una respuesta.

Pero su pequeña kwami no dijo nada, solo dejo que su portadora se sumiera en sus sueños y esperaba que ellos le dieran la respuesta correcta.

Pero con la mente revuelta era difícil acertar con la decisión más preferible.

La noche paso, lenta y tortuosa.

Al día siguiente Marinette se despertó temprano, algo inusual en ella, pero consiguió ser la primera en llegar a clases.

Llego a su salón vacío, su cabeza aun daba vueltas a la escena de anoche, dejo sus cosas en su lugar y sus ojos se desviaron al lugar de enfrente, donde su chico de ojos verdes se sentaba todos los días dándole la espalda, ignorando los sentimientos que despertaba en ella, soltó un suspiro sin contener su frustración, y miro a la ventana, pequeñas gotas de agua resbalaban por el cristal, recordándole aquel día que marco su corazón, inconscientemente se acercó a la ventana, abriéndola, sintiendo la frescura de la mañana tocar su rostro.

Su mente viajo a aquel recuerdo en que su corazón fue robado.

En una tarde de lluvia, incesante lluvia que le hice sentir aquel extraño frió recorrerle la piel al rozar la mano de su compañero, ese inquietante palpitar en su pecho que después de tanto tiempo no conseguía controlar.

¿Por cuánto tiempo más recordaría aquella felicidad? Y mientras más días pasaban, más recordaba ese día con melancolía al no ver avance en su relación con él, al no ver el cambio que tanto anhelaba su corazón tener.

Esos recuerdos de aquel día pasaban por su mente, una y otra y otra vez. Recuerdo de ellos dos solos, en un escenario comprometedor. La lluvia rodeándolos.

Cuanto más te recuerdo... mi corazón no te puede olvidar...- Susurro dejando caer su mirada a la acera de afuera. -Esa mirada esmeralda me hace soñar... ¿Te quedaras siendo solo un sueño que nunca podré alcanzar?

Aquel sentimiento agobiante la embargo. Aquellas palabras que recibió de él en esa tarde aun sonaban en su cabeza, como si las estuviera diciendo ahora y aun la enternecían, la forma en que la miraba esa vez.

-¿Tú piensas en mí? ¿Que soy para ti? Desearía ser tan valiente como mi alterego para poder... Acercarte a mí- Susurro por ultimo. -¿Es que no ves que estoy aquí?- Se dio vuelta mirando a su lugar, esperando verlo a él.

Entonces... ahí estaba él, con su mirada esmeralda mostrando asombro y confusión al no comprender lo que decía ella. Tan lejos, tan inalcanzable le parecía él, todo parecía solo un sueño que se empezaba a desvanecer a cada día que pasaba y al que se aferraba sin quererlo soltar.

-¿Qué más puedo hacer para que te fijes en mí? Paso todos los días mirándote desde atrás, mirándote a la distancia, y nunca pareces verme, no puedo acallar estos sentimiento que solo quieren salir para reunirse contigo.- Reclamo a la nada dando un manotazo al aire con frustración.

Miles de imágenes de su chico perfecto pasaban por su cabeza, todos esos momentos compartidos con él.

-Pero aun así... no me voy a rendir...- Suspiro, no sabía en qué momento, pero estaba decidida, no se rendiría. Aún tenía oportunidad. Nada estaba escrito aun.