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CAPÍTULO 2

Pisé el aeropuerto de Seúl; y parecía imposible volver a ver a esos centenares de personas de nuevo.
Me sentía en casa.

Veía a gente cambiar con cubre bocas y los ojos rasgados se hacían visibles en la multitud.

Estaba feliz, más que nada, entusiasmada, al fin y al cabo volver a mi antigua escuela no lo era todo.

Sino las calles de Seúl, el sentimiento que te hacía sentir caminar por ellas, el clima de la cuidad.

Se sentía a hogar.

    • • •

—¡T/N! Se te va a hacer tarde! ¡Agarra tu manzana y vete!— Me gritó mi madre desde el piso de abajo y tal como dijo; bajé,agarré mi manzana y me despedí de ella.

Iba caminando feliz por la calle, contemplado aquellas pequeñas cosas que extrañaba de la ciudad.

Hasta que me di cuenta que ya me había pasado la escuela.
Así que no me quedó más que retroceder y entrar a la escuela.

—¡UHUUUH! ¡LO LOGRÉ!—Grité, haciendo que al instante me arrepintiera de haberlo hecho, hizo sentirme avergonzada, ya que la gente que estaba ahí me miraba raro. Las típicas miradas de "esa chica está loca".

Aún que no le di mucha importancia, me centré a pensar en que este curso tendría que comportarme bien y aprobar, sobretodo también en no llamar mucho la atención, nunca me había gustado ser el epicentro.

Fui a dirección para pedir mi clase, horarios y todas esas cosas aburridas que se hacen en una escuela.
Toqué  a la puerta;

—¡Pase!—Escuché

Y así lo hice, entré a aquella sala, en la cual se notaba nada más al entrar el aroma a café con leche.

—¡Oh, hola señorita Park! Tome asiento—Dijo el director apuntado con su mano a una silla.

—Si—Dije sentándome

—Supongo que vendrá aquí para pedirme sus clases y horarios ¿no?—Preguntó con tono de saber ya la respuesta.

—Sí—respondí

Nunca Fue Sencillo[Got7 Yugyeom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora