unique

2.3K 293 100
                                    

Ahí estaba, ese maldito y hermoso hyung que lo ignoraba de la manera más cruel imposible.

Lo odiaba, en esos momentos lo odiaba como a ningún otro. Pero más se odiaba a sí mismo por no ser capaz de mantener su enojo, y dejar volar su mente fantaseando con el mayor.

Pero es que ese conjunto de ropa daba lugar a pensar cosas realmente sucias, al menos para la mente de TaeHyung.

Su novio llevaba puesto unos pantalones negros rasgados, con una camisa blanca un poco ancha que dejaba ver sus marcadas clavículas y pectorales. Era obvio que iba a comérselo con la mirada.
Y no es que TaeHyung estuviera necesitado, claro que no. El que HoSeok no le haya tocado hace tiempo no tiene nada que ver.

Bueno, quizás un poco si.
Pero su agenda apretada no les permitía casi pasar tiempo en su casa, así que mucho menos encontrarían un momento de intimidad.

Y ahora se encontraban en esa fiesta, celebración de un noséquién según TaeHyung; realmente le importaba poco y nada en dónde se encontraban y porqué. Lo único que corría por su mente tenía apellido y nombre: Jung HoSeok.
Y ahora que lo pensaba, si, quizás estaba algo necesitado del toque de su hyung sobre él, estaba sensible y como siguiera de esa manera, probablemente le saldría una erección, y no sería muy cómodo andar con un dolor entre las piernas por estar mirando a su novio al punto de casi desgastarlo.

Cerró sus ojos un momento para relajarse y respiró profundo.
Cuando enfocó su vista de nuevo, apretó su mandíbula con fuerza para retener la ira.

¿Quién era esa chica, y por qué estaba tan cómodamente sentada al lado de su novio marca "pertenencia de TaeHyung"?

JiMin, quien andaba revoloteando por ahí alegre, se acercó con un vaso en su mano.

— No te veo muy alegre TaeTae.— dijo extendiéndole la bebida azulada, dándole a entender que la bebiese.

— No estoy de humor para beber JiMin.

— Anda, por favor. Me dieron esto pero no me gusta el sabor, me da pena devolverlo o tirarlo.— dejó el vaso en el brazo del sillón donde TaeHyung estaba sentado, y se fue de nuevo a los brazos de sus amigos para bailar y volver a formar el pogo que se balanceaba al ritmo de la música.

Volvió a desviar su mirada hacia su novio, apartándola rápidamente al ver que esa zorra seguía allí sin moverse excepto para acercarse aún más a su chico, y peor aún, éste no hacía nada para apartarla, siendo que TaeHyung rechazó todas las propuestas (algunas provocativas) que había tenido esa noche.

Tomó el vaso en su costado, dándole un largo trago para saciarse. El sabor mentolado le pareció agradable, pero su toque amargo al final no fue bien aceptado por sus papilas gustativas.

Aún así, dejó que el líquido se vaciara en su boca, y atravesara su garganta quemándolo. Sintió todo a su alrededor girar por unos escasos segundos, dejándolo algo desconcertado y mareado.

Le agradó bastante la sensación de sofocación; a pesar de que habitualmente la odiaba, en conjunto con la excitación y el reciente alcohol que su cuerpo había adquirido, le proporcionaba un calor y mareo que, lejos de molestarle, acrecentaba su libido.

Se sentía bastante enfermo por excitarse en medio de una fiesta, pero no estaba muy en sus cinco sentidos, y mucho menos lo estaría si no aparta los ojos del esbelto chico que lo traía loco.
Y vaya que se volvía loco cuando éste se sentaba con las piernas un tanto abiertas, dejando sobresalir un poco el bulto de su gran -realmente gran- atributo.

Suficiente. TaeHyung no permitiría que otra persona obtenga el placer de ver semejante obra maestra que bien podría reventar los sentidos de cualquiera.
Era él quien podía gozar visual y físicamente de ese cuerpo y de su dueño.
Tenía que hacer algo urgente para alejar a esa chica, y que HoSeok vuelva a poner su atención en él.

party  》vhope   •one shot•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora