Una loche larga [Sans x Frisk]

Capítulo Único.

Disclaimer:

- ESTE ES UN FANFIC FRANS (Sans x Frisk).

-En este fanfic Frisk es chica ya que lo escribí para una vieja amiga que le gustaba el Frans con Frisk mujer.

-También por fines prácticos le coloqué una edad de 16 años, Sans no es mucho mayor que ella, pero si se llevan unos cuantos largos años. Cabe aclarar que en este caso la edad de los monstruos comenzó a cambiar a partir de su salida del subsuelo.

-[SPOILERS DE RUTA GENOCIDA] Los diálogos y el orden de la batalla no es igual que en el videojuego.

-Gracias TobyFox por crear este bello juego, perdona al fandom, que a veces es odioso(?).

Una vez más, un pasillo separaba a la pequeña castaña de su destino, el final de su camino. Al pasar por cada rincón del subsuelo había dejado a su paso un rastro de polvo y dolor, ¿Por qué? La razón ya la había olvidado, tampoco le importaba mucho en ese punto ya que se movía casi que por inercia. Cada RESET, cada ataque, pasar de una simple rama a empuñar un cuchillo, cada paso que daba movida por el aburrimiento, el resentimiento y una extraña sed de sangre. ¿Quién se hubiese imaginado que una catástrofe sería desatada por las manos de una simple niña?

Con mirada decidida caminó por aquel pasillo de tonalidades amarillas y naranjas, unos haces de luz se colaban suavemente por el recinto, olvidando el sombrío panorama en su exterior. Ella sabía que para terminar con toda su travesía y salir del subsuelo debía derrotar al rey de los monstruos, Asgore. Gracias a Mettaton y Alphys gran parte del subsuelo había escapado de la masacre desatada por la chica, aún así, alguien quería venganza y estaba dispuesto a pelear por conseguirla, un ser cuyo cinismo era tan grande que no temía a la muerte. Ese inminente enfrentamiento no era para nada sorpresivo o desconocido para la castaña, no era la primera vez que cargaba ese punto de guardado, de hecho, había perdido de la cuenta de las veces que se hallaba a sí misma en aquel lugar.

Un par de pasos más en aquel pasillo y se encontró con su siguiente rival, cara a cara con un rostro familiar. Un pequeño esqueleto, con olor a salsa de tomate impregnado en su chaqueta y una condenada sonrisa la recibía una vez más, las palabras del monstruo en aquel momento llegaron a su mente, ya que este se había cansado de repetírselas con cada muerte terminó por aprendérselas casi de memoria. Empuñó su cuchillo con impaciencia y un poco de ansiedad, uno que otro recuerdo de una ruta pacifista pasada llegaba a su mente como si algún rincón de su infantil conciencia buscase hacerle que entre todos los monstruos que conoció, había llegado a considerar aquel pequeño monstruo, su amigo ¿Qué había cambiado? Respiró profundo, recordó también sus numerosas muertes, el dolor de ser golpeada y atravesada una y otra vez, no era agradable recordarlo como si se lo estuviesen ocasionando de nuevo.

* Hehe, te ves molesta, niña... Debo ser muy bueno en mi trabajo* Agregó el esqueleto con mucha tranquilidad, con sus manos dentro de sus bolsillos, luego suspiró. * Hagamos esto de una vez...* Añadió con un tonó seco mientras sus cuencas se tornaban totalmente negras. La pequeña castaña se preparó para lo que venía, todo a su alrededor se volvió negro, su alma se tiñó de azul y sintió el peso de la gravedad sobre su cuerpo. De nuevo esa secuencia de ataques estaba por empezar, pero ahora la había memorizado, muy a las malas, esta vez sería la definitiva, esta vez no caería en el truco de "Perdonar" de aquella oportunidad, esta vez definitivamente lo derrotaría e iría por Asgore.