#1 Nuevo Mundo.

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— Oye... Tu eres ese muchacho del que hablan ¿No? — Una voz misteriosa me comienza a hablar — Te llamas Lairon si no me equivoco.

—¿Dónde estoy? ¿Que hago aquí? ¿Quien me habla? — Me siento muy confundido, no se que hacer.

Estoy en un lugar oscuro y frío, por más que camino no encuentro nada, voy caminando sin rumbo alguno.

— Tranquilo Muchacho no te desesperes, si te unes a mí todas tus preguntas serán respondidas, lo único que tienes que hacer es dejarte envolver por mi oscuridad — Esa voz misteriosa y tenebrosa me habla de nuevo.

— ¡¿Quien eres?! ¡Respóndeme! — Estoy asustado, me encuentro solo e indefenso ya que por alguna razón no puedo usar magia.

— Me decepciona escuchar que no sabes quién soy — Esa voz tenebrosa se ríe de forma escalofriante — Soy el príncipe de las tinieblas ¡LUCIFER!

Abro los ojos y doy un salto tan repentino que hace que me caiga de la cama — ¡Mierda! — Exclamé al verme en el piso de mi habitación y ver a Dilan mirándome de forma extraña.

— ¿Que te pasa hermano? ¿Que soñaste? — A juzgar por la expresión de Dilan yo diría que está muy confundido.

— ¡¿Dónde está Lucifer?! — Me siento muy desesperado y asustado.

— ¿Lucifer? ¿Soñaste con Lucifer? ¿Que te dijo? — Dilan se puso muy preocupado cuando mencioné a Lucifer.

— Quería que me uniera a el, Dijo que me dejara envolver por su oscuridad y a cambio yo sabría la respuesta a todas mis preguntas.

— Ya veo... Fue solo un sueño pero debemos tener cuidado, ahora vuelve a dormir, recuerda que mañana nos vamos a mudar al mundo humano.

— Está bien — Vuelvo a mi cama confiando en las palabras de mi hermano mayor Dilan.

Dilan. Un hombre alto de 17 años de edad, Un extraño cabello blanco, Piel morena y ojos color miel.

Pasé toda la noche tratando de dormir pero no puedo dejar de pensar ¿Cuando vamos a dejar de huir? Mi familia y yo hemos estado huyendo de los demonios por años y mañana trataremos de conseguir un hogar permanente en el mundo humano.

(...)

— ¡Lairon! ¡Ven a ayudarme con estás cajas! — Mi padre me grita desde lejos para que lo ayude a llevar las cajas de la mudanza a nuestra nueva casa en el mundo humano.

— ¡Ahí voy!

Mi padre. Un hombre llamado Lost de estatura media y 43 años de edad, cabello negro, piel blanca y ojos de color café oscuro.

— Toma esta caja grande y llévala a la cocina.

— ¡Si! — Digo esto y me voy a la cocina de nuestra nueva casa con una gran caja entre manos, dejo la caja en el suelo de la cocina y me dirijo al camión en donde estaban nuestras cosas.

— ¿Eso era todo? — Pregunto a mi padre quien parece haber terminado con las cajas.

— Si, ve a ayudar a tu madre a desempacar todo.

— ¡Si!

Voy a dónde se encuentra mi madre que al parecer está en el patio trasero desempacando unas cosas.

Mi madre. Una mujer llamada Viena de estatura media y 43 años de edad, cabello castaño, piel blanca y ojos verdes esmeralda.

— ¿Ya estás terminando de desempacar? — Me le acerco a mi madre quien al parecer ya está terminado de desempacar casi todo.

Un Romance Entre MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora