Por amor a ti.

capítulo 3

Las clases terminaron por hoy.
Lo bueno es que no me dejaron tareas.

Ahora voy camino a casa, ya voy a llegar al paradero.

¿Alguna vez sintieron ese instinto de que los están persiguiendo?

Escucho pasos lentos, pasos que se esconden.

Volteo para ver quien es.
No hay nadie.

Al llegar al paradero, espero unos cuantos minutos parada, hasta que llega mi bus.

Me subo lo más rápido que puedo, ya me está empezando a recorrer el miedo.

Camino lo más rápido que puedo hacia mi casa, no quiero creer que me están persiguiendo hasta acá.

-Abueeee- grito para que me escuchen- ¡ya llegué!

- ¡Mi niña!- sale mi abue de la cocina- ¿cómo te ha ido?.

- Muy bien abue, conocí a un chico, es muy divertido- le digo feliz.

-¿Y es guapo?- me dice a carcajadas.

-¡Abuela!- le digo también riéndome.

- Está bien mi niña, no dije nada- me dice riendo.

En eso veo a mi abuelito salir del baño.

-¡Abuelito!- corro hacia él y lo abrazo- ¿Cómo estás? ¿ya tomaste tus pastillas?

- Muy bien hija mía, sí ya las tome, no te preocupes- me dice y me da un beso en la frente- ya me voy a dormir hija, descansa.

-Descansa abuelito- le digo.

Lo veo irse lentamente.
A veces lo veo y digo: "¿En qué momento pasó tanto tiempo?".
Extraño a mi abuelito que me carcagaba a cada rato, nada más porque su nieta quería...
Al que siempre me hacía reír, hasta por las puras.
Aún así lo amo con toda mi alma.

-Hija mía, ¿qué piensas?- me dice mi abue.

-En nada, estoy bien- le digo- te quiero mucho abue- y la abrazo- ya me tengo que ir, yo también tengo sueño, tú también descansa, ¿si?- le digo y me voy a mi cuarto.

Al llegar me tiro a mi cama.

Me muero del cansancio, imaginar que me faltan años para seguir con la carrera, suena difícil, pero todo tiene su recompensa.

Me voy a bañar lo más rápido que puedo.

Al terminar, me cambio y me acuesto. Mañana es un día más y tengo que estar con energías.

~Al día siguiente~

6:00 a.m.

Me levanté feliz.
Con más alegría.

Yo sé que este día va ha ser mejor.

Una vez que ya estoy lista, salgo lo más rápido de la casa, no sin antes despedirme de mis abuelitos.

Salgo de la casa, y corrí hacía el paradero, no quiero perder tiempo.

Me subo y lo veo a él.

Y el único asiento que había era a su costado, entonces me sente ahí. Total, el camino era largo y no quería estar parada.

Él me miraba de reojo, cada segundo, cada minuto...

Me incomodaba, aunque a la vez me gustaba que lo haga.

En una de esas volteo la mirada hacia él.

Él me queda mirando, con esos ojos marrones claros, brillantes.

Él sonrió.

Yo no lo hice, solamente me quedé mirando sus ojos, su cara, su nariz, su boca, lo ví detalladamente.

Aparté la mirada, pero él no.

Sentí su calido tacto sobre mi mejilla.

Lo único que hice fue pararme de ese asiento y bajarme de ese autobús.

¿A dónde?
No lo sé

Lo que sé, es que no puedo estar cerca de él, no así, no quiero nada con él, no quiero volver a lo mismo, no quiero salir lastimada, otra vez.

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¡Bebés!
Lo sé, es corto .-.
Espero que les guste

Los quiero!

Cambio y fuera!

-Dani♡