Eres Mia ;Jensoo G!P

Haré como que no dijiste eso

Jennie~

Me levanté como pude con el sonido del despertador y el aroma a tocino. Me dolía un poco la cabeza, y conocía la razón actual del porqué.

Jisoo.

De todas las personas existentes en el mundo, tenía que ser ella. Genial, pensé. Mi dia no podia acabar peor, bastaba verla en la escuela, ¿pero en casa? ¿MI propia casa? Iba a ser un jodido dolor de huevos, literalmente.
Mi papá no estaba loco, estaba mal de la cabeza, pero aún asi lo quería, y saber que no lo tenía aquí por una temporada me ponía triste, pero por lo que hizo me enojaba bastante. Traer a una persona así a mi casa, mi refugio, mi lugar más preciado, donde yo aquí puedo vivir en paz, estaba más que claro que iba a ser un desastre. Pero al ver su jodido rostro otra vez me dió un puto dolor en mi cabeza. No estoy enojada, estoy más que eso, furiosa, irritada, cabreada. Ahora voy a tenerla que soportar todo el puto día, genial.
Dios quiso ser bueno conmigo, ahora seré el hazme reir de toda la escuela porque estoy más que segura de que ella irá contando y chamuyando a la gente sobre que cuida a un bebé de 17 jodidos años.

Lo primero que hice fue darme una ducha de agua más que fria aunque el clima sea cambiante, de calor a frío y viceversa.
Enrollé la toalla alrededor de mi cuerpo y fui hacia mi habitación para cambiarme y revisar un par de mensajes en mis redes sociales. No vi nada importante asi que bajé y me encontré algo que nunca creí haberme imaginado ver.

Jisoo estaba cocinando el desayuno.

Oh, tenía que sacarle una foto y luego burlarme de ella, y lo hice, saqué la foto sin que se de cuenta y entré ignorandola, haciendo como si nada hubiese pasado.
Me dirigió la mirada, pero yo ni quise notarlo, me había dispuesto a ignorarla toda la temporada hasta que su plazo de días terminase, en muchos jodidos meses.
Abrí el refrigerador, buscando algo para comer de mientras.

- Buenos días -Dijo seca-

Seguí buscando algo en este maldito refrigerador, para mi suerte encontré una barra de cereal con chocolate, que me dispuse a comer al instante que la encontré.

-Carraspeo- Dije buenos días, fenómeno
-Se acercó a mi, haciéndome contemplar su mirada que reflejaba odio, típico-

- De buenos no tiene nada, solo son días
-Dije a su mismo tono, cerrando el refrigerador-

- Ugh -bufó- encima que trato de ser amable contigo por un segundo, me contestas así, que falta de jodido respeto.
-Rodé los ojos-

- ¿Yo te pedí que seas amable conmigo?
-Arqueé una ceja-

- Debes respetarme, soy tu niñera -Sonrió cínica, maldita perra, odiaba esa sonrisa-

- Sabes que no me importa, ¿verdad? Mi niñera serás, pero yo no escucharé ni una jodida palabra de lo que digas, ¿te quedó claro?

- ¿Tratando de ser rebelde? Me pregunto que te dirían mis amigos al saber que soy la persona responsable de tu miserable vida -Sonrió, sin una pizca de gracia notando mi nerviosismo.- Yo puedo imaginarmelo, no se tú -Me miró divertida, como si disfrutase mi sufrimiento-

Por un momento sentía las burlas y los apodos que me pondrían, incluyendo las bromas y la violencia, lo que más odio.
Tenía que evitar a toda costa que ella sea una bocota grande para eso.

- No puedo creer que esté hablando contigo sobre esto -La observé, quién sonreía con victoria- anda ya, hazme lo que quieras, burlame, insultame, usa la violencia, lo que sea -Gruñí- Pero ni te atrevas a contar algo sobre esto a tus amigos.

- ¿Qué me crees para hacerte cosas malas? Yo no soy así, Jennie -Finjió un tono tímido totalmente horrible y falso-

- ¿Qué quieres entonces? -Bufé-