Part 2

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Jinyoung Pov.

Permití que Soyoung diera el último toque al maquillaje de mis ojos, ella había hecho un trabajo magnifico y lo apreciaba. El brillo dorado y el perfecto delineado en mis parpados, me hizo sonreír.

Si no estuviera seguro de que era un chico, quizás podría haberme convencido incluso a mí mismo de lo contrario. El brillo labial color durazno perfectamente aplicado sobre mis labios, los hacía lucir más llamativos y rellenos de lo que son en realidad. Recuerdo que Boyoung una vez había mencionado que ese era un atractivo que gustaba a las personas, un par de labios esponjosos y carnosos.

—Luces preciosa— escuche a Soyoung alagar, colocando el último riso en su lugar.

—Soy un chico, no puedo lucir preciosa— refute por costumbre, dándome un último vistazo en el espejo.

—Incluso siendo un chico, eres más bonita que nosotras— escuche a Boyoung murmurar, ella tenía una sonrisa y lo sabía por el tono en que hablo.

—Eso no es verdad, ustedes son preciosas— dije viendo a mis hermanas a través del espejo, ellas tenían una sonrisa persistente en sus labios y sabía disfrutaban de este momento.

—Jaebum no debe tardar en llegar, nosotras deberíamos irnos, y ¿Jinnie? — voltee a ver a Soyoung, ella tenía una expresión seria de un momento a otro y eso me hizo ponerme nervioso.

— ¿Sí?

— ¿Cuándo vas a contarle a Jaebum sobre...

El sonido de alguien llamando a la puerta me salvo por esta vez. Aún no estaba listo, quizás jamás lo estuviera. ¿Cómo iba a decirle que era un hombre? Tenía miedo de que me odiara, y es que, en ocasiones la verdad duele más que una mentira.

🎀

Jinyoung empujo a Jaebum por el pecho, tratando de hacerle retroceder. Él vestía un bonito vestido azul cielo lleno de ondas y listones hasta la rodilla, con las piernas cubiertas por medias a medio muslo en tono blanco y zapatos altos de tacón.

Jaebum se colocó sobre "Jennie", ellos se encontraban en la casa de esta muchacha que coincidentemente vivía con las hermanas Park, estaban en la habitación de Jennie y aunque a Jaebum le pareció extraño en un principio que la habitación fuera demasiado simple y hasta cierto punto varonil, no le dio importancia. Él estaba ahí para pasar tiempo con ella, no para criticar el lugar donde duerme.

Jaebum suspiro contra los labios de Jennie, no había podido evitar devorarle la boca durante los últimos 15 minutos. Se veía preciosa en aquel bonito y pomposo vestido azul, ella llevaba el cabello rubio y liso hasta la cadera, con aquella expresión inocente y dulce que tanto le volvía loco. Él no podía contenerse, llevaban semanas saliendo y jamás la había visto tan linda.

Su mano poco a poco se fue colando bajo la falda, deslizándose suavemente por la pierna de la chica que trataba débilmente de alejarlo. Lo dudaba, porque tan pronto comenzaba a alejarse, ella le tiraba más cerca. ¿Estarían jugando?

—J-Jaebum— murmuró Jinyoung contra los labios de Jaebum, y le empujó por el pecho, no podía permitir que la mano del contrario fuera más lejos. Ellos no debían continuar e ir más allá, porque su farsa podría venirse abajo.

— ¿Qué sucede?— cuestionó Jaebum viéndole a los ojos, las manos de Jennie habían cogido su muñeca y detenido el avance por la pierna de la muchacha. Él creía que iba a volverse loco, quería... no, necesitaba tocarla tan desesperadamente. Sostenerla entre sus brazos y mantenerla bajo su cuerpo contra el colchón. ¿Era eso demasiado pedir?

—No lo soporto más, y-yo...— la voz le temblaba y no estaba seguro de lo que haría. ¿Decirle la verdad? No, no podía. —Terminemos.

— ¿Qué? — Jaebum tenía una expresión confundida, mientras observaba a la joven rubia bajo su cuerpo.

—No soy lo que crees, y no te merezco. Eres tan dulce y encantador, que yo no puedo mentirte más.

—Princesa, ¿de qué hablas? — Jinyoung se estremeció, justamente por cosas como el que Jaebum le llamara de esa manera era que no podía detenerse y acabar con aquella mentira.

—Me encanta cuando me dices así, lo cual está mal porque no soy una princesa... Ni siquiera soy una chica— Jinyoung murmuró esto último, saliendo de debajo del cuerpo del joven pelinegro y yendo a pararse frente al espejo.

La verdad duele, sí, pero da libertad y Jinyoung quiere ser libre. Romper todos los nudos en la soga que representan sus mentiras.

Principalmente porque JaeBum lo merece. Merece saber la verdad y odiar a Jinyoung si así lo desea.

—Soy un chico Jaebum, me llamo Jinyoung y soy el hermano menor de tus amigas... Yo, lo siento tanto. No quería mentirte, así hubieran sido mentiras dulces, y-yo te mentí— JinYoung tenía lágrimas en los ojos mientras trataba de apartar los mechones rubios de su cara. Quería deshacerse de aquel ridículo atuendo que eligió especialmente para aquella ocasión.

Jaebum se acercó al frágil cuerpo que temblaba, desesperado por comenzar a descubrir a la verdadera persona de quien se había enamorado. Jaebum había tenido sus sospechas, pero quería que fuera Jinyoung quien le dijera por sí mismo.

"Miénteme todo lo que desees, Jinyoung, sí así logro tenerte siempre, no importará".

—Yo...— los labios de Jaebum capturaron los de JinYoung en un cálido beso, dispuesto a callarle y tranquilizarle de esa manera. Él no estaba molesto, en realidad, no le molestaba el hecho de que fuera un chico. La verdad, le excitaba la idea de descubrir lo que habría debajo de aquella falda... ¿Usaría algodón o encaje?

—Shh, bebé, está bien. ¿Por qué no me dejas verte sin todo eso entonces?

Jinyoung observo a Jaebum con la boca abierta, no podía ser verdad.

Sweet lies Donde viven las historias. Descúbrelo ahora