Al cabo de unos cuantos meses, por fin, entrare a la universidad, me costo demasiado el poder entrar y no me voy a perder mi primer día de clases.
Es martes y estoy despierta desde las 5:30 am, no sé cómo ni donde esta ubicado mi salón pero no me importa porque no hay nada que me pueda hacer sentir mal.
Al llegar al salón ubico el que sera próximamente mi asiento, uno que se ubica exactamente a la mitad del salón, el mejor lugar diría yo. Solo han de faltar como 5 minutos para que empiece la clase y el salón esta lleno excepto por unos dos lugares que siguen vacíos.
Justo en ese momento va entrando un viejo canoso que, supongo, es él maestro pero no es así ya que se sienta en el asiento continuo al mío, en eso entra otro tipo, esta vez más joven y creo saber quien es, creo que es el tipo con quien choque en el centro comercial, espero y no se acuerde de mi. Él se termina sentando en la esquina del salón.
- Bueno chicos, espero y sea así siempre - comienza hablando el profesor, que para mi sorpresa era el señor que se había sentado a lado mío - sé que es clasico para todos ustedes pero necesitamos presentarnos.
Inmediatamente todos comienzan a quejarse, pues nadie quiere volver a pasar por eso, sin embargo lo hacen. Me pongo demasiado nerviosa cuando llega mi turno pero aun así lo tengo que hacer, esta presenación debe resaltar y ser mucho mejor que las anteriores, me preparo y digo
- Buenos días, mi nombre es Nydia Traviata Barone Smith, tengo, obviamente, 19 años - no puede ser, lo dije demasiado rapido y lo peor de todo es que ni siquiera espere a que el profesor me dijera que podia tomar asiento, sino que yo ya lo estaba tomando sin pensarlo y aparte de todo, no paraba de temblar.
- Gracias señorita, Barone - dice el profesor con una sonrisa en la cara - puede tomar asiento - todos al darse cuenta de mi pequeño arrebato de timidez comenzarón a rier, lo que ocasionó que me pusiera aún más roja.
Conforme pasa el tiempo me doy cuenta que en definitva hice una buena eleccion de carrera, exceptuando por el tal chico llamado Justin, estoy cien porciento segura que no me ira bien estando él aquí, pero mientras a disfrutar de esta.
- ¡Hola! - Oh por dios, se esta dirigiendo a mi, eso no debe ser posible - Smith - no puede estar hablandome.
Volteo muy lento y ya cuando lo tengo de frente me doy cuenta que abre demasiado sus ojos, lo cual es chistoso y suelto, en verdad, una fuerte carcajada y es ahí cuando cambia a una expresión más seria, no debi haberme reído.
- ¿Qué es divertido? sólo te llame por tu nombre - lo dice con esa cara tan sería que podría tener una persona, no lo entiendo yo habría hecho una broma de locos. - ¿no vas a contestar? bueno, que me esperaba. Si fuiste una maleducada cuando nos vimos por primera vez - y dicho eso se volteo en la dirección contraria mí.
Para ser sincera si queria contestarle, pero dado como nos conocimos desde un principio me dio panico, después risa por como reacciono al haberme reconocido y despues un poco de ira , no debería pero si ya tenia una imagen de mi, pues muy su problema. Para empezar, haberlo chocado en aquella plaza no fue nada vengativo ni nada de eso, sino que fue un simple accidente, esta bien, a lo mejor no tanto así pero... aaaah que estas diciendo, ya deja de hablarte a ti misma sobre este chico.
Terminando las clases me di cuenta que no compartia demaciadas clases con Justin, fue un alivio aunque él me daba cierta curiosidad. Al final no le termin hablando nadie el primer día, parecia que ya todos se conocian, así que decidí hacer un tipo de investigación con el método de la observación para ver con quién me juntaria. Para cuando llegue a mi casa ya tenía un objetivo, no del todo agaradable, pero teniendo los resultados obtenidos en mi investigación lo más favorable para mí era hablarle a Justin en plan de amigo, nada del otro mundo. La cosa es que me pude dar cuenta que realmete es un buen estudiante y yo... no mucho, así que mientras me haga su amiga para una materia, relamente me va servir de gran ayuda, ya para las demás materias me las arreglaria de la misma forma, vi que el le hababla a unas dos chicas más, una de las cuales compartia dos clases más conmigo, por lo que seria matar dos pajaros con un tiro.
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Amor Sin Limites
Short StoryTodo se lleva a cabo a su debido tiempo, mientras tanto nos queda disfrutar de lo que tenemos hasta ahora.