Era un chico normal hasta que llegó ese día que no olvidará nunca. Un día normal, se levantaba a comprar el pan, ayudaba a sus padres en las tareas de casa y a su hermano con los deberes, jugaba al LOL después de ayudarles, comían juntos, después estudiaba para un examen importante y después se fue a dormir. A mitad de la noche, de una manera que no se puede explicar, se metió dentro de un sueño en el que podía caminar, respirar, y hablar, es decir, estaba atrapado en un sueño. Apareció en medio de un campo de flores y al final divisaba una gran ciudad. Se puso en marcha y en medio del campo apareció un bosque de la nada y se introdujo en él. Al estar perdido y no divisar la ciudad, se desesperó y se paró a descansar en un árbol gigante. Pasaban minutos, horas, días... y Jose no avanzaba. Al pasar un semana, oyó a dos personas conversando y decidió seguirlos para ver a donde iban. Les siguió hasta una casa destrozada, vieja y humilde. Al lado de casa había un camino desde el cual se podía divisar la gran ciudad qu había visto anteriormente. Pero al ser tan intrépido se metió dentro de la casa. La casa estaba a oscuras. Había un pasillo muy largo lleno de antorchas. Tras pasarlo, se encontró con un gran salón, en el que había unas enormes escaleras que llevaban al piso superior y otras que bajaban al sotano. El problema es saber donde estaban las dos personas que había visto. Pensándolo, bajo al sótano. Al bajar, descubrió una mesa en la que había mucha sangre. El pensó que podía haber sido diseccionado alguien y que probablemente las dos personas eran dos asesinos. Desde luego no estaban ahí. Subió otra vez y pasó algo que no entendió bien. Había cambiado todo, las escaleras que subían al piso superior habían desaparecido.