Vivir por ella

No toda historia tiene que terminar en un final feliz. Al menos no para Carol y Adam

-¡No me dejaras!...no ahora- grito Carol al ver a Adam inconsciente en medio de la calle -¡llamen a una ambulancia!- continuó desaforadamente, sosteniendo la cabeza de su amado, el miedo de perderlo empezó a recorrer el cuerpo de ella, haciéndola sentir aun más asustada ante la desesperación de no poder hacer nada, tapo su rostro con sus manos y las lágrimas empezaron a hacer presencia en sus ojos -soñamos un vida juntos- susurro por lo bajo- tú me lo prometiste- continuo- no estoy lista para ésto ¡no me preparaste para esto!-

Al llegar la ambulancia ella no podía alejarse de él, sostuvo su mano con fuerza y no lo soltó hasta que ya en el hospital un médico tuvo que pedírselo, se sentó en el pasillo, las horas pasaban y no había noticia de Adam,los familiares de él comenzaron a llegar, todos ignorando por completo la presencia de Carol, la esquivaban y ante la poca empatía por Carol, la ignoraban. La madre poso su mirada sobre ella, tenía preparado un discurso de palabras agresivas haciéndola sentir culpable por lo sucedido; el doctor salió a dar el parte medico y para el alivio de todos los presentes soltó de su boca palabras de gran alivio - Adam se encuentra fuera de peligro- ante el suspiro conforme de la familia dejó en claro que necesitaba quedarse en observación hasta que se recupere por completo
El doctor se retiró y la madre de Adam no dudo en acercarse a Carol.

-esto no se quedará así- soltó de su boca una amenaza contundente, con una mirada de desprecio hacía ella continúo -¿cuando mi hijo entenderá que tú solo eres un atraso en su vida? un estorbo- la madre acomodo su cartera y se retiró del lugar, Carol solo la vio alejarse, guardándose la bronca y las ganas de decirle que en él venía discutiendo con ella por teléfono cuando el auto lo arrolló.

Las horas seguían pasando y al fin Adam despertó -señorita su novio despertó-dijo el médico asomándose por la puerta, ella se paró del suelo y corrió a verlo

-amor, mi amor- tomo de sus manos, él le correspondió con un beso -tuve mucho miedo, no vuelvas a hacerme esto- susurro en su oído mientras lo abrazaba

-lo siento lo tendré en cuenta- ambos rieron

El médico les dio la noticia que en unas horas lo darían de alta.
Llegaron a casa y Adam aún no estaba del todo bien se sentía un poco delicado por el choque, se recostó sobre su cama -quiero pasar noche y día contigo ya no quiero alejarme ni mucho menos separarme - ella preocupada y a la vez feliz ante la petición de él solo sonrió

-descansa cariño- acarició su mejilla y se retiró de la habitación.

Los días y así los meses seguían pasando, Adam actuaba extraño no dejaba a Carol un segundo sola todo lo quería compartir con ella, desde un buen día hasta un buenas noches; salían todas las mañanas a caminar por el parque,



Adam se cruza con un viejo amigo que a Carol le pareció un tanto dudoso porque el amigo le mencionaba a cada rato su salud, él por supuesto trataba de evadir las preguntas, al fin se despidieron y cada uno siguió su camino.

Llegaron a casa y él mencionó que no se sentía muy bien y decidió acostarse, paso un dia entero en que él no pudo levantarse

-llamaré a un médico- le dijo ella mientras lo veía retorcerse en la cama

-no, no cariño no lo hagas ya estoy bien, no te preocupes- ella dudo pero al fin la convenció.

Al día siguiente Adam actuaba como si nada hubiera pasado como si su dolor solo hubiera sido una mala pesadilla.



Festejaron juntos los dos años de convivencia y juntos brindaron a la luz
de la luna después de haber cenado en un restaurante