El protagonista de mi historia favorita (Historia Gay)

[ESPECIAL VAGANDO EN ESTADOS UNIDOS]

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{Parte 1 de 3}

CUARTO CAPITULO.

-Aquí, Rumbo A Estados Unidos, Ganando Como Siempre 💅-

Tomé una foto de la pista de vuelo y luego la publiqué en mi cuenta de Facebook asegurándome de que Aaron estuviese bloqueado a esa publicación o si no me vería y diría: "de aquí no soy".

Pues con la novedad de que mamá me dio permiso para venir a este país y ¿Cómo se logró ese milagro?, déjenme darles un pequeño relato sobre lo sucedido apenas ayer:

- ¿Charlie?, ¿puedo? -dijo ella asomándose por el umbral de la puerta.

-pues ya estas adentro, ¿no? - espeté mientras me cortaba las uñas con sumo cuidado.

-deberías decir: "si pasa"- corrigió-eres un maleducado.

-tu me educaste, deberías sentirte un poco culpable- dije viendo fijamente la uña de mi dedo gordo diseñando el plan perfecto para cortarme esa uña encarnada sin morir en el intento.

Me dio un zape en la cabeza- deja de contestarme así o te llevaré a la iglesia conmigo todos los domingos otra vez- amenazó señalándome.

-no, mejor hay le paro- levanté mis manos en modo de defensa- sé que el sacerdote me mira raro cada vez que voy contigo.

Rió- ¿Por qué lo dices? - se sentó a mi lado en la cama.

- porque soy el único niño que no se para a cantar las abalanzas, ni para dar el abrazo, ni para escuchar la predica y muchos menos voy a pararme para recibir la ostia- mencioné seguro.

-es por eso que ya no te dejo que vayas a la iglesia conmigo- mencionó.

- ¡tú me obligabas a ir! - alteré señalando un punto bastante concuerde con mis pasados relatos.

-bueno talvez, pero si ibas a estar con esa carota de animal mejor ni hubieras ido.

Negué lentamente- ¿tenía esa opción?... una vez casi me rompes el florero en la cabeza- recordé algo enojado.

Me fulminó con la mirada- ¿ves?, por eso estas solo- aseveró señalando mi habitación- porque eres un resentido malhumorado- espetó hilarante.

-mamá, ¿a qué viniste? - interrumpí concentrado en mis uñas- es importante o solo venias a menospreciarme como tan bien sabes hacerlo.

Bufó rascando su frente- de todas maneras, deliras con eso de que el sacerdote te mira raro- continuó desprestigiando mis palabras totalmente verídicas.

Ese sacerdote juro que me miró completamente enojado cuando todos cantaban una canción a Yisus y yo estaba allí sentado casi durmiendo, ja, ¿creyó que iba a pararme?, él es un iluso igual que ustedes y también mamá, ¿obligarme a pararme?, pobre hombre te hace faltan 3 huevos, 4 hijos, 2 esposas y 10 meses de clases de "aprende a educar a un adolescente" para lograr que algo como eso pase en esta vida, si me vas a venir con esas miradas de odio, pues desde ya vete hiendo mucho a donde "ya sabes" que eso a mí me viene importando eso que "también ya sabes"- ese soy yo desahogándome en la mente luego de beber una taza de café negro.