Runaway Love [Royed]

Capítulo 4: La tormenta

Por otra parte había un mujer rubia y de presencia aterradora, estaba siendo interrogada por las fuerzas de central, entre ellos se hallaba el "equipo del coronel", el comandante Amstrong y el sargento Denny Brosh, el hombre que le estaba interrogando tenia todo el derecho ya que había sido una orden directa del Führer

-Ya les dije, estuvieron aquí pero luego se marcharon, cuando estuvieron aqui cayó una tormenta y desaparecierón entre la niebla- dijo la mujer

-¿Esta usted segura?- Pregunto el Comandante Amstrong

-¿Esta consiente de que si miente puede ser bajada de su puesto?- Dijo la Teniente Hawkeye

-A CASO DUDAN DE MI? DE LA REINA DEL HIELO?- dijo la mujer alzando la voz y golpeando con sus fuertes puño la mesa

-N-No es eso...Solo debemos asegurarnos- Dijo el sargento Denny

-Como sea, debemos irnos, hasta luego- Dijo Armstrong para luego retirarse, Hawkeye se quedo, estaba limpiando su arma y aun no terminaba

-Lo esta encubriendo no?- dijo, la mujer alta la vio

-Y que?

-No se preocupe, nosotros igual, son buenas personas, además sigimos siendo fiel al coronel- Dijo la teniente

-Es raro, pero no quiero que ellos mueran, aun no

-Bien, ya termine, asta luego- Dijo la teniente haciendo el saludo correspondiente y se retiro con una pequeña sonrisa en sus labios-Ya se a donde fue- susurro para si misma pero no tenia la intención de decirle al resto de la gente...

Por otro lado el menor de los Elric se hallaba sentado en una pequeña silla al lado de la ventana, en sus manos había una taza de té, le daba pequeños sorbos, escucho que alguien bajaba la escalera, decidió mirar y se encontró cara a cara con Winry

-Estas bien?, has estado muy pensativo- dijo algo preocupada

-Estoy preocupado por mi hermano, no se que va a hacer ahora, y lleva casi cinco o seis días lejos

-Bueno...si me quisieran matar creo que haria lo mismo- comento la chica, pues su amigo Alphonse le había contado todo lo que estaba sucediendo pero no el por que ya que el tampoco sabia la razón de tal "orden"

-Tal vez tengas razón, pero ahora se han vuelto fugitivos

-"Se han"?- pregunto la chica, ella supuso que su otro amigo no estaba solo

-Mm...creo que no te lo dije, el coronel y Edward están siendo buscados por el Ejército

-y por que el coronel?

-No lo se, se que es por que esta ayudando a mi hermano a escapar es todo- dijo mirando por la ventana- deseo que estén bien, que ambos estén bien y que esta locura termine- dijo terminando de tomar su taza de té mientras que la chica lo miraba deseando lo mismo...

En la cabaña el rubio había despertado, se estiró un poco y miro por el reflejo a Roy quien seguía durmiendo, el estomago del chico había sonado, aviso de que tenia hambre, se dirigió haber si había algo de comida pero no encontraba nada, miro otra vez por la ventana, la lluvia era mas cruel y los vientos amenazaban con volar los árboles, si seguía de esa forma no podrían volver a salir y los militares le encontrarían, ya no sabia que hacer, no podía salir y llevaban más de tres días sin comer, el hambre ya le mataba...

Roy había despertado estirandose por haber dormido demasiado, un delicioso aroma empezó a invadir su nariz, se acerco sigilosamente y vio al chico rubio preparando algo para comer

-¿De donde sacaste todo esto?- dijo intrigado ya que no debia haber nada para comer en aquel lugar

-La tormenta seso un poco y aprobeche para salir e ir a buscar algo- contesto el otro

-Por eso tu cabello húmedo ¿no?

-Si, ahora come- contesto indiferente, ambos comenzarón a comer, no demasiado, debían guardar por si a caso, la tormenta habia vuelto a empezar con más intensidad, el viento y el frio no les permitían salir de aquel lugar

-Que hacemos ahora?- dijo el rubio con un tono molesto

-Por que te enfadas?

-No me enfado

-Claro que si, se nota cuando tu mientes

-Así?, ¿Por que?- pregunto interesado

-Tus ojos, cuando mientes tus ojos no te apoyan, es como si se volvieran más claro- dijo, el chico giro el rostro para continuar viendo por la ventana

-Es solo...me molesta el echo de no saber lo que pasa, no he dormido bien solo por eso, quiero saber por que quieren matarme, por que te pusiste de mi lado e incluso si nuestros amigos estarán bien....Estoy muy preocupado por todo esto, esta apenas empezando y bueno..

-Edward, solo puedo decirte que solo nos queda avanzar, si te pones a preocuparte por aquellas cosas tal vez les pueda pasar algo, si las personas que tu amas han sobrevivido es por que tus deseos, tus convicciones son más fuertes de lo que crees- Dijo el azabache- lo único que podemos hacer por estos momentos es esperar a que la tormenta pare y luego continuar con nuestro camino- dijo el hombre

-Tienes razón, pero aún así no me quita mi preocupación - contesto el rubio, se sentó en el sillón y comenzó a temblar, pues el frio comenzó a invadirlo, el azabache miro como el chico se abrazaba así mismo para poder calentarse así que se le acerco, se acostó en el sillón e hizo que el rubio imitara su acción

-Que...Que crees que haces?- dijo molesto

-Deja de quejarte, hay que mantenernos tibios o moriremos de hipotermia- contesto molesto por los reclamos del chico, este suspiro y lo abrazo, empezó a sentir el calor del más alto y decidio dormir.

La tomernata estaba arrasando las montañas de Briggs e incluyendo la fortaleza en la que la mujer aterradora se hallaba

-Espero que esos dos estén bien- dijo para si misma, en su interior estaba muy preocupada por ambos hombres pero por su exterior les daba igual, la mujer decidió ver hacia donde se encontraba el bosque de hielo y pudo notar que la tormenta no atacaba allí, cosa que le parecía muy extraña...

Mientras tantos los militares continuaban con la búsqueda de Roy Mustang y Edward Elric, nesecitaba mas información del alquimista de acero y decidieron interrogar a la persona mas sercana a el, a su hermano Alphonse Elric, pero no seria tan fácil, su lealtad a su hermano era demasiada que no seria capaz de hablar ni por la mayor tortura, no valdría la pena....

Mientras tanto en otro lado, una mujer de cabello obscuro y ojos del mismo tono se hallaba preocupada ya que se había enterado de lo que estaba pasando gracias al sargento Fuery

-Espero estén bien- dijo la mujer mientras miraba a su espeso el cual le toco el hombro en señal de que lo estarían, la mujer ideó un plan, pero primero debía encontrar donde se hallaban ambos chicos y debería viajar a Briggs así que decidio partir con su viaje, claro que aquel hombre alto y fuerte la acompañaria en aquel viaje...