El cielo está despejado, hace viento de otoño, hace frío; todo es perfecto para leer un buen libro, y ya sabía cuál leería.
Me levanto de la cama aún sin quitarme el pijama y busco a Jun.
Estaba metiendo ropa a la lavadora.
- Cielo, ¿qué quieres desayunar?
- Pancakes. - Dijo levantando las manos con alegría. Parecia un lindo gatito.
- Bien.
Bajo las escaleras y me dirijo a la cocina, la verdad hoy es un día tranquilo, incluso con lo que pasó ayer. Siento que solo fue una mala pasada.
Aunque esto durará pocos días, pues dentro de poco regreso a la ciudad junto con Jun a trabajar. Ojalá dieran vacaciones más largas..
Abro la ventana y el sol me da directo en el rostro, nada mejor que una combinación de frío y calor, todo se ve tan irreal.
Mientras los pancakes están casi listos decido hacer chocolate caliente para los dos.
- ¡Jun-ah! ¡Baja a servirte!
- ¡Voy!
Escuché su grito desde arriba.
Jun bajó y directamente tomo un plato y se sirvió sus pancakes.
- Iré a la ciudad, necesito unas cosas.
- ¿En serio? ¿como qué? - preguntó mientras se llevaba comida a la boca.
- Un sincho nuevo, traje nuevo, zapatos nuevos.. un reloj nuevo, un corte de pelo..
- ¿Tanto asi? - rió por lo bajo.
- Sí, querido, ¿necesitas algo?
- Solo una corbata, por favor.
- Está bien, entonces procederé a bañarme. - le dije y sali de la cocina para dirijirme al baño.
Tomé una ducha de al rededor 20 minutos, salí en bata y me dirijí a mi habitación a cambiarme, nuevas aventuras se acercaban..
Terminé mi arreglo personal y bajé a la sala.
- Jun, ¿qué piensas sobre ir a Tokio en vacaciones de semana santa?
- ¡Sería genial! - dijo emocionado y abrió sus ojos como platos.
- Siempre he querido ir ahí. ¿Podemos ir en serio? - preguntó como si de un niño pequeño se tratase.
- Sí, cariño, entonces está hecho. Solo esperaremos dos meses mas, ¿si?
- Sí, claro. - dijo con una enorme sonrisa cuadrada que lo caracterizaba.
- De hecho lo vengo planeando desde el año pasado.
- ¡¿Qué?! ¿cómo?
- Ahorrando y reservando lugares.. ya sabes, soy muy metódico y paciente para hacer las cosas.
- ¡Hyung! ¡Eres el mejor! - saltó Jun para darle un tierno beso en sus regordetas mejillas.
- Bien, entonces me voy, tengo que empezar con buen pie mi trabajo. Hacer logos y marketing no es fácil.
- Esta bien, hyung, yo empiezo a trabajar pasado mañana. Que te vaya bien.
- Sep, cuidate, no estés fuera de noche.
- ¡Solo veré peliculas!
- Más vale, Junnie.
Fui a tomar las llaves a la mesa, abrí la puerta y volteé la mirada.
- Te quiero.
- Y yo a ti. - respondió mi hermano menor.
Salí de la casa y de nuestra hacienda a donde tenia nuestro carro en los aparcamentos de por acá.
Con la llave del auto abrí la puerta y me subí, arranqué el motor y me puse en marcha.
🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼
- ¡Aquí tiene, señor, buen viaje!
- Gracias. - le agradecí con una reverencia a la chica del otro lado del recibidor.
Compré dos corbatas color azul y con nostalgia sonreí.
- Es su color favorito.
Salí de la tienda para ir a otra a comprar un par de zapatos. No me tome ni tres minutos en llegar y noté un rostro conocido viendo unas zapatillas..
¿Será que...?
¿Hansol?
Me acerqué por atrás para observarlo mejor pero este se dio la vuelta inmediatamente provocandome un susto de muerte.
- ¡YA, ME ASUSTASTE! - Grite y todos voltearon a ver la escena.
- Disculpa pero tú viniste como acosador detrás de mí. - dijo con un semblante serio.
- S-si.. verás.. es que queria ver los zapatos que estas viendo. Sip, eso es, compermiso. - dije y me jalé el cabello hacia atrás pareciendo la diva beyonce y asi disimular la verguenza que pasé.
Pero no podia irme solo asi.
- Hansol... - dije tan bajo que apenas fue audible.
- ¿Sí? - me respondió una voz que hizo que mi corazón saltara.
- Ammm... ¿por qué te fuiste así aquel día?
- Lo siento, no estaba en condiciones para pasar a tomar café.
en ese momento respondió y una sonrisa se formó en su rostro, una sonrisa que podria salvar e iluminar vidas, eso, eso me revivió a mí de mi corazón salado.
- Y-ya veo..
Mierda. Estoy tan nervioso.
- Pero ahora sí puedo hacerlo.
¿Conmigo? ¿tomar café? ¿casarnos?
- Ah, qué casualidad, yo también. Solo pagaré y vamos.. ¿te parece? - pregunté tímido.
- Te espero.
- Claro. - sonreí.
Fui a la caja a pagar y cuando miré atrás Hansol no estaba, ignore el hecho y sali cabizbajo de la tienda.
- ¿A donde vas? - preguntó.
Levanté la mirada y estaba apoyado en mi coche.
- Te dije que te esperaria.
- Yo...
- Conozco un buen lugar. - me acercó a él, tomó mi brazo y empezamos a caminar.
Esto era, ¿qué era esto?
🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻
Llegamos a la cafetería y ambos pedimos un café y margaritas para acompañar. Me sentía tan.. vivo.
- Eres muy extraño, ¿sabes? Nadie llega a dejarme flores a la puerta de mi casa y sale corriendo.
- Lo lamento, como te dije, no estaba en condiciones de hablar con personas.
¿Personas?
- Ya veo. - dije y tomé un sorbo.
- Todos tenemos secretos, Kwannie. - rió y sus ojos se achinaron y mi corazón casi se salia de mi camisa formal.
Kwannie.
- Está bien, entiendo tu punto. No me dirás.
- Si te digo..
- ¿Qué? ¿tendrás que matarme?
- Peor aún.
Me puse nervioso y adopte otra posición más rígida.
|VERNON|
Tendré que hacerlo mío.
ESTÁS LEYENDO
D E M O N ■ VERKWAN ■
Fanfiction"Él era como la luna, mostraba cicatrices pero nadie conocía su lado oscuro"