La lluvia caía por su pelo, era muy hermoso.
Podía verla ahí disfrutando la lluvia sobre ese viejo puente.
Era tan hermosa, sus ojos verdes brillantes cómo mil estrellas,
Su hermosa piel pálida le quedaba tan bien.
Parecía que lloraba, pero no estaba seguro ya que era un día lluvioso.
Pero supongo que si lo hizo,
Tener un afilado cuchillo desgarrando tu cuello debe ser doloroso.
Y ahí estaba ella en mis brazos mirando como el líquido rojo caía y se mezclaba con el agua del puente.
Poco a poco perdía la chispa de su vida.
Eso le enseñara a no meterse con los muertos.