Breve Reencuentro

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— así que por favor, mátame — el rostro de meliodas se ensombreció mientras Gelda mantenía esa sonrisa en su rostro esperando su final.

De pronto las oscuridad le cubrió completamente, ella comprendía que su vida ya había terminado, que meliodas le cumplió ese gran favor y se lo agradecía ya que por fin podría estar en paz.

—Zeldris...— un leve suspiro fue lo que meliodas logró escuchar mientras observaba el gran agujero que se encontraba cerca de sus pies, al pasó de unos segundos se retiró buscando a Merlín.

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El sonido de las calles de Tokio le relajaba, era un sentimiento indescriptible pero sentía la paz que irradiaba ese lugar y le tranquilizaba.

El viento sopló ligeramente moviendo su larga cabellera mientras el sol en su punto máximo provocaba un inmenso calor que indicaba la estación en la que se encontraban, verano.

Llegó a un gran árbol que se hallaba en la zona centro del parque, tomó asiento y abrió su libro " los amantes malditos"  para comenzar a leerlo.

Su tranquilidad fue interrumpida a los pocos segundos de haber comenzado su lectura, frente a ella un chico de ojos negros y cabellera del mismo color la miraba fijamente.

—¡Oye Zeldris!  ¡Apresurarte que nos estamos atrasando por tu culpa!— el chico de nombre Zeldris ignoró completamente al muchacho de ojos esmeralda, su vista no se apartaba de ella, el ambiente se comenzó a tensar un poco hasta que él habló.

— ¿Te conozco?—  no hubo respuesta por parte de los dos. Otro ¡Zeldris! Se escuchó y la risa de otro chico, lo que provocó una ligera sonrisa en ella, como si recordara algo.

—creo que no, pero podríamos conocernos. Mucho gusto, mi nombre es Gelda—Gelda le extendió la mano por cortesía y al instante fue tomada por chico siendo ligeramente apretada, la sonrisa y el serio rostro no desaparecían.

— Zeldris, ese es mi nombre— tan rápido como lo pronunció, soltó la mano y se alejó en dirección a los otros dos muchachos.

— ¿Zeldris? ¿En qué parte habré escuchado ese nombre? — Gelda cerró su libro, se levantó y se marchó del lugar con una mirada pensativa. No muy lejos de allí un azabache estaba muy callado viendo a sus dos hermanos mayores mientras en su cabeza un nombre rondaba.

— Gelda — un silencio suspiró salió de los labios de este solo para ser llevado por el viento.

Es un pequeño relato que se me ocurrió sobre esta pareja, espero que les guste ya que es la primera vez que escribo sobre ellos. 🌸💮

Pd: los personajes no me pertenecen.

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