Declararse siempre duele

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Realmente no sé como empezar esto. Simplemente... ¿dejaré las palabras fluir? Nunca había hecho algo así, pero no sé qué hacer.

Mi nombre no importa, el suyo debería importar aún menos. Debería. 

Me siento sola.

Tengo unos amigos geniales, una hermana insoportable pero que quiero, padres que lo dan todo por mi. Hay muchos que lo pasan peor y lo sé.  Pero duele mucho.  Siempre duele cuando me rechazan. Debería haberme acostumbrado. Pero ella me rechazó de una forma dulce, de una forma dulcemente dolorosa. 

Por muchos meses que hayan pasado esos instantes siguen en mi mente como si hubiera pasado hace unas horas. Unas dolorosas y tristes horas.

Me cuesta una barbaridad declararme, pero aún así lo hago. Me decido pero no salen las palabras. En mi mente se plantea como con dos simples palabras podría cambiar todo entre nosotras. Lo digo, nerviosa y sonrojada. Luego te giras.

Tu mirada sorprendida e incómoda,                                                                                                                             tus preguntas sobre mi supuesta heterosexualidad, cuando la tuya es aún más inexistente. 

Mis sonrisas  comprensivas de 'Te entiendo, tranquila' quitándole importancia.

Pero entonces...te acercas. 

Tu abrazo, que me acogió cálidamente y por sorpresa.                                                                                         Tu susurro, diciendo que podía desahogarme, que todo estaba bien.

De repente y sin mi permiso de mis ojos salieron lágrimas traicioneras, que acabaron siendo un sollozo intenso que tú seguiste. Y como estúpidas sentimentales lloramos abrazadas. 

Sumida en mi dolor y ahogada en mis lágrimas te abracé más fuerte, sin querer despegarme. Tus dulces palabras diciéndome que merezco algo mejor, que eras una estúpida por no quererme. Por no querer a un amor de persona, dijiste. 

Y dime: Si tan buena persona soy, si soy un amor... ¿por qué durante toda mi vida me han apartado y rechazado? ¿Por qué?

Por qué me dices que soy tan valiente y luego me rompes el corazón? 

Por qué la sigues como perro faldero cuando sabes que ella nunca te corresponderá? 

Yo no soy ella, ni te rechazaría. Tal vez justo porque no soy ella no me quieres.

Pero lo mejor es que acabaré como tú. Seguro. Como imbécil que soy seguiré a tu lado porque te sigo queriendo. Porque es muy duro olvidarte cuando tu eres con quien siempre me siento, con quien siempre estoy..

Pero lo peor fue cuando no te veía. Llegó Navidad, luego caíste enferma. Luego volviste. Y dolió más que nunca.

Sobretodo cuando ella, que no te quiere, se deja abrazar por ti, se deja mimar y acariciar por ti como si fuerais algo. Os olvidáis del mundo a vuestro alrededor cuando os veis. Pero yo estoy a un lado, apartando la mirada y intentando no pensar en todo el dolor que me oprime el pecho cada segundo que miraba de reojo, cada vez que reprimía mis abrazos hacia ti o cualquier caricia. 

Porque no quiero seguir sufriendo por ti. 

Y esto no es todo. Tú, la primera chica que quise y sigo queriendo contra mi voluntad, no puedo odiarte. No puedo.

Soy débil. Soy frágil. 'Un amor de persona' con el corazón en pedazos que no sabe como volver a unir.

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Gracias por leer esto... supongo.

Más que nada  esto ha sido porque me ha venido el bajón otra vez y necesitaba soltarlo. 

Sé que no escribo bien ni nada parecido. No tengo talento para esto, pero no me importa ahora mismo. 

Cuando esté de bajón subiré más, se siente mejor una cuando hace esto.

Muchos besos, Dara <3




Solo yoWhere stories live. Discover now