Respondiendo a tu Engaño

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¿Qué fue lo que pasó? ¿Cómo pude creer en ti?

La respuesta está en tus ojos. ¿Cómo no creer en ellos? Me bastó una mirada suave para perecer perdido ante la bella máscara que usaste para mí. Bello color marrón en un movimiento armónico; fui un admirador de tu falso compás.

La respuesta está en tu sonrisa. ¿Cómo no devolverla? Si cada vez que sonreías me envolvías en un cálido abrazo del que nunca quería escapar. Si las curvas más sensuales las tenías en tus atrevidas y alegres muecas que mucho a poco me arrastraban a ti.

La respuesta está en tu cabello. ¿Cómo no enredarme en el? Si cada vez que tu cabellera de chocolate agitabas, conmigo me llevaba su sabor. Si tiene una elegantemente salvaje forma de caer por la que hoy y siempre volvería a caer.

La respuesta está en tu voz. ¿Cómo no suspirar? Si cada vez que hablabas era la más bella de las canciones, no hubo vez que mi corazón no bailara. Tus dulces palabras me sucumbieron; como amaba tus mentiras.

La respuesta esta en tu talle. ¿Quién fue tu atrevido escultor? Sedujiste mi razón y mi motor; en tus proporcionadas caderas quedé deformado.

Me atrapaste, me engañaste, y finalmente me tiraste. Una más de tus jugadas, para mí el fin del juego. Tantas palabras de amor me prometiste, mis latidos yo llegué jurarte, ¿es que alguna vez los consideraste?

Cada vez que te recuerdo me es imposible no pensar en lo que creí que pudiste ser; lágrimas corren por mis venas. Ocupaste el centro de mi corazón y mi razón, tóxica pasión, perfecta combinación.

Hoy te recuerdo una vez más. Escribiéndole a la noche, escribiéndole a tu frío pecho.

¿Qué fue lo que pasó? ¿Cómo pude creer en ti?

La respuesta es clara, me enamoré de ti.

Mi Corazón Entre Tus VersosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora