Chapter 1

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A la mitad de la noche en medio de todo el silencio, en la Inmensidad de los pasillos y corredores, el silencio era aplastante.

-Tengo que ir soy la única que puede hacerla regresar.-

Dos respiraciones se entrelazaban, mientras que Spike bajaba lentamente sus brazos acariciando con sus fuertes garras una suave melena, no recordaba su nombre, pero fue fácil ligar con ella ya que llevaba unos cuantos Tragos de más. No era hermosa, era una pony promedio cómo cualquiera, pero la grandeza y cuerpo musculoso del dragón la hacían temblar y llegar al cielo.

-¡No te vayas! ¡Tienes que decirle a las chicas!.-

Comenzaba a introducirse en ella, hasta punto de producirle dolor. Ya que la diferencia de tamaños era notable, movía lentamente a la Pony para apaciguar ésa incomodidad y poder así subir el ritmo. "Me gustaría sólo poder partírla en dos de una vez." Pensaba Spike, se sentía un poco culpable por tener esos pensamientos tan egoístas, pero sabía que de todos modos no sería capaz, y no le importaba, igualmente nadie podría escuchar aquellos pensamientos.

-Después de un repentino Destello de luz verde Spike cae al suelo y Twilight se acerca y murmura algo, sólo para salir de la puerta el castillo de la amistad para no volver a ser vista los siguientes 4 años.-

Ya comenzaba a moverse más rápidamente y en el inmenso silencio del Castillo los gemidos se volvían más apresurados retumbaban en cada pared solitaria, hasta que comenzaban a descender en tono y frecuencia. Una vez pasados unos minutos reinaba de nuevo el silencio en el castillo. Otra vez se sentían solitarios los pasillos.

Spike se sentó en la orilla de la cama dejando a la Pony acostada ya dormida del lado izquierdo, se levantó y dirigiéndose hacia la puerta, salió al pasillo y caminó por este a oscuras, aún siendo ahogado en aquellos recuerdos que simplemente no desaparecían, recuerdos de aquella noche que trató de callar años atrás, primero intento con el ejercicio; que llevo a su cuerpo a volverse fuerte, intento con la bebida; sin resultado alguno, el tabaco tampoco servía. Intentó con el amor; que llegó inesperadamente y se fue también sin avisar, llegó al punto de tratar callar aquellos pensamientos con pasiones efímeras, temiendo que sí amaba de nuevo otra vez. Sería lastimado.

Aquellas pasiones, amores de una noche, apaciguaban un poco los recuerdos en su cabeza, pero ya sólo servían para complacer caprichos que antes ni el mismo sabía que tenía.

Después de la desaparición de su mejor amiga, la búsqueda se extendió durante un año, durante el cual la Princesa Luna cuidó de Spike. Trató incansablemente de detenerlo, regresarlo del camino que recorría, ya que se estaba convirtiendo en algo de lo que no podría regresar. Pero no lo logró, porque aunque lo intentara le fue imposible lidiando también con su propia pena. La Princesa Luna asumió el trono y gobernó pacíficamente durante aquellos 4 años hasta la fecha.

Después de aquel primer año spike se mudó el castillo de la amistad y aquella racha de mujer tras mujer cada noche se intensificó.

Tratando de callar aquellos recuerdos spike sacudió su cabeza y se sentó a la orilla de la ventana de aquel pasillo inmenso para quedarse dormido. Y así fue.
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A la mañana siguiente spike salió del Castillo temprano, primeramente para buscar algo de comer, segundo pero no menos importante para darle tiempo a la Pony que tenía dormida en su cama de levantarse y regresar a su casa. Ya se había vuelto un hábito, desde que spike descubrió que era una mejor decisión que aguantar el tener que volver a hablar con ellas a la mañana siguiente. Así sólo podrían despertar solas y tarde o temprano irse por su cuenta.

Spike camino por equestria hasta su restaurante favorito. Entró por la puerta y se sentó en una mesa libre, ordenó un platillo pequeño, menos de lo que usualmente comería ya que tenía que ahorrar un poco de dinero, lo necesitaba para invitarle uno que otro tragó a alguna pony en un bar. Aunque realmente nunca salía sólo de alguno.

Mientras comía una voz familiar lo llamó por su nombre.

-¡Spike! ¡hola! sabía que te encontraría aquí, eres muy predecible.-

-Hola Luna.- dijo patosamente.

-Cuéntame el nombre de la pony a la que llevaste a casa esta noche, te vi salir del bar acompañado otra vez, deberías pensar la propuesta que te hice. No me gusta verte así, yo sé qué con esto no queda satisfecho ese apetito de dragón que tienes.-

-Realmente no lo recuerdo no me preguntes sobre ello ¿va?.- Dijo spike un poco molesto, no le molestaría ser un guardia real pero la idea de ver a rarity más seguido no le apetecía. -Créeme que sí lo he pensado pero no es el único factor a considerar.-

-Realmente te vendría bien y a mí no me caería mal saber que tengo mi mejor amigo protegiéndome. Tienes que pensarlo bien y no te preocupes puedo tratar de qué tú-sabes-quién no cruce tu camino regularmente. Pero creo qué les vendría bien hacer las paces.-

-No tengo que ser un guardia real para que sepas que en cuanto me llames yo estaré ahí para protegerte.- Dijo Spike, después de todo luna era su mejor amiga, cuando estaba con ella toda esa máscara con la que pretendía dureza parecía no existir. -Y sabes que no está en mi poder que eso suceda luna, después de todo esa persona es la que no me quiere volver a ver.- Dijo un poco triste.

-No pierdes nada con intentar.-

-Sólo mi dignidad.- Dijo sarcásticamente, aún así se notaba un poco de tristeza en sus ojos.

-Sé que has hecho todo en tu poder, te vi. Pero ya ha pasado un tiempo, probablemente las cosas sean diferentes ahora.-

-Creo que puedo intentarlo por ti, y te prometo que lo pensaré y mañana te daré mi respuesta lunita.- Le dijo mientras le pellizcaba la mejilla derecha.

-Yay, muchas gracias Dragonzuelo, es hora de que empieces a usar esos fuertes brazos para otra cosa qué posiciones sexuales inútiles.-

-No tienes prisa de estar en algún lado? Últimamente no te veo tantas cosas que tienes que hacer.-

-La verdad sí tengo un poco de prisa, pero siempre tengo un momento para mi mejor amigo.- Dijo regalándole una sonrisa y levantándose de la mesa.

-Más te vale.- Le dijo bromeando Spike.

-Te veo mañana en el castillo a primera hora del día con tu respuesta.- Le dijo mientras se alejaba por la puerta.

-Te lo prometo.- Dijo Spike aunque sabía que luna ya no lo escuchaba.

Terminó de comerse su desayuno y volvió a poner esa cara seria que llevaba a todos lados, aunque realmente por dentro estaba emocionado por el lugar al que estaba a punto de llegar.

Hoy sería el día.

CAMBIARÍA POR ELLA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora